sábado, 18 de abril de 2009

EL MONSTRUO DE ZIMBABUE

EPIDEMIA DE SIDA
El monstruo de Zimbabue

* El cólera ha matado a 4.000 personas desde agosto. El sida mata a 3.000 a la semana
* Un millón de zimbabuenses son huérfanos por el VIH, que afecta a uno de cada 10 adultos

Actualizado sábado 18/04/2009 04:34 (CET)

ISABEL F. LANTIGUA

MADRID.- "Es algo similar a un monstruo, con muchos ojos, con cuernos y que hace un sonido como 'Brouaaaagh'". "Es verde, grande y da mucho miedo". Así definen Mzwandile Mabusela y Nozipho Mukabeta, ambos de 15 años, al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), su compañero de vida desde hace tiempo, al igual que el de otros 140.000 niños de Zimbabue.

Para Fortubate Dube, de 16 años, "el VIH se parece a un pequeño insecto", aunque en su caso cree "que son muchos y no sólo uno". Estos tres zimbabuenses comparten rutina con este "monstruo" viral, al que temen más que a los que ven en las películas de terror. En su país, el sexto del mundo con mayor tasa de incidencia del VIH, uno de cada 10 adultos está infectado, el sida ha dejado huérfanos a un millón de menores de 15 años y 3.000 personas mueren por culpa de esta enfermedad cada semana.

"Mi mayor temor es morir", dice sincero Mabusela, que recuerda con horror su ingreso durante tres semanas en un hospital por culpa de la infección. Por el contrario Dube, que ha vivido la desaparición de sus dos progenitores por el virus, ya no teme a la muerte. "Mi madre vomitaba y yo la llevaba al baño. Estaba con ella cuando murió. Ahora no tengo miedo a nada, porque mis peores momentos fueron con mis padres. De hecho, cuando me dijeron que era seropositiva estaba muy feliz porque, al menos, ya lo sabía, y eso es mucho mejor que no ser consciente de ello", explica.

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) destaca en un reciente informe la gravedad de esta epidemia de sida -que ha reducido la esperanza de vida hasta los 34 años en el mejor de los casos- en un país desbordado por los problemas internos y acosado desde hace meses por un brote de cólera sin precedentes que ha arruinado los ya de por sí pobres sistemas de salud y se ha cobrado más de 4.000 vidas.

La situación hoy día es que quedan pocos médicos en Zimbabue y son muchos los pacientes que necesitan antirretrovirales. "Ha habido un colapso devastador del sistema que no sólo afecta a los pacientes de cólera", afirma Manuel López Iglesias, coordinador general de MSF en el país. "Los hospitales públicos están rechazando a gente, los centros de salud se están quedando sin suministros ni equipamiento, hay una inmensa falta de personal y los pacientes no pueden permitirse el transporte para ir a buscar su medicación", dice Iglesias, para quien "está claro que estamos ante una emergencia médica de enormes proporciones".
El proyecto de Bulawayo

Al sur del país, en la ciudad de Bulawayo, están instalados los cooperantes de Médicos Sin Fronteras para proporcionar los fármacos antisida al mayor número posible de personas. Este programa, lanzado en 2002, es el que recibe al mayor número de niños menores de 15 años. Quienes trabajan con ellos saben que la muerte no es su única preocupación, pues la posibilidad de quedar aislados socialmente les angustia tanto o más.

"Tengo miedo de que los otros niños no quieran jugar conmigo y que me rechacen por el hecho de ser seropositiva", reconoce la adolescente Milandra Sithole, que sueña con cantar y con tener un restaurante. Nozipho tardó mucho en asimilar que estaba infectada e, incluso, intentó suicidarse. Ahora, gracias a los fármacos que nunca olvida tomar, piensa que algún día quizás llegue a casarse con alguien "que sepa aceptarme tal y como soy".

Los diagnósticos pediátricos juegan un papel crucial en la atención para el VIH, porque la iniciación temprana del tratamiento reduce la mortalidad. Pero las pruebas para detectar el VIH en niños menores de 18 meses son complicadas y los pocos antirretrovirales que existen para ellos no están adaptados a las condiciones en las que vive la mayoría. Así que, por unas cosas u otras, siguen siendo los más débiles ante la epidemia.

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