PACIENTES QUE SE HAN SOMETIDO VARIAS VECES A LA PRUEBA
Antes de realizar un TAC es fundamental valorar los riesgos de la radiación
* Un 20% de los participantes recibió una radiación que aumentó su riesgo de cáncer
MARÍA SAINZ
MADRID.- Uno de los ejes sobre los que se sostiene la Medicina es el equilibrio entre el coste y la eficacia del procedimiento que se va a llevar a cabo. La pruebas tecnológicas son un claro ejemplo de ello, sobre todo cuando el paciente se expone a una dosis de radiación: tiene que estar la existencia de un beneficio potencial.
Entre las distintas técnicas de imagen, la tomografía axial computerizada (TAC) es de las que cuenta con dosis más altas de radiación y, por tanto, los pacientes que se someten a ella repetidamente presentan un mayor riesgo de desarrollar un cáncer.
La Sociedad Radiológica de Norteamérica recoge en su revista, 'Radiology', un trabajo en el que se analiza la prevalencia de este tipo de escáner. Para ello, se contó con una muestra de 31.462 pacientes (un 56% eran mujeres) a los que, durante un periodo de 22 años, se les había realizado más de 190.000 TAC.
"Un 33% se había sometido a cinco o más tomografías a lo largo de su vida y un 5% a más de 22", explican los autores, procedentes, entre otros, de la Escuela Médica Harvard (Boston, EEUU).
"Aunque la mayoría de los enfermos contaba con un pequeño riesgo acumulado de padecer cáncer, un 7% de los pacientes de nuestro estudio fue analizado con TAC de una forma lo suficientemente recurrente como para aumentar en un 1% o más el riesgo de sufrir cáncer", añaden.
La radiación de 1.000 placas de tórax
El documento muestra cómo un 15% se expuso a unos niveles de radiación que equivaldrían a los de 1.000 placas de tórax (100 milisievert o mSv). "Es la dosis de la que existe evidencia epidemiológica convincente sobre el incremento del riesgo de cáncer", apunta Ramin Khorasani y su equipo. Un 4% recibió entre 250 y 1.375 mSv.
A pesar de que el grueso de los sujetos expuestos a altas dosis de radiación padecía enfermedades complicadas, que podrían justificar el uso recurrente de estas tecnologías, los autores alertan de que una parte importante de ellos no presentaban este tipo de trastornos.
"Aproximadamente un 40% de los pacientes [con más riesgo de someterse a varios TAC] no había padecido enfermedades malignas en el pasado o contaba con un historial de cáncer pero sin evidencia de que éste continuase activo".
Por tanto, para evitar exposiciones innecesarias los autores de la investigación inciden en que se debe analizar caso por caso si compensa realizar este tipo de pruebas. Y proponen identificar a las personas con más riesgo de someterse a esta radiación de manera acumulativa, para potenciar en ellos las medidas protectoras.
"Estamos desarrollando herramientas con las que tomar decisiones en tiempo real, que nos permitan identificar a los pacientes con alto riesgo y con las que estimar la cantidad de exposición acumulada", concluyen los expertos.
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