jueves, 9 de abril de 2009

PERDER ES GANAR

Quiero compartir con vosotros esta hermosa reflexión del padre Antonio Jesús Pérez, sacerdote y colaborador del área socio-religiosa en la cadena COPE, sobre saber cargar con la Cruz y la humildad como las formas de seguir a Cristo. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
ANA ÁLVAREZ

”PERDER ES GANAR

Muy buenos días a todos! Después de que ayer desvelase Jesús a sus discípulos que su mesianismo era el de la cruz, sigue explicándole cuál debe ser la vida propia de aquel que decida ser ciudadano de este nuevo Reino: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. Duro y grave parece, este mandamiento del Señor, pero como decía san Agustín, “el amor hace fácil lo que parece difícil”. Y es cierto porque él ayuda a cumplir lo que manda: de igual manera que el hombre perece al amarse a sí mismo, así también se encuentra al negarse a sí mismo. El amor a sí mismo fue la primera perdición del hombre. La negación a sí mismo fue el camino de nuestra salvación… Y ¿a dónde hay que seguir a Cristo sino a donde ha ido ya? En efecto, sabemos que resucitó y subió al cielo; allí hay que seguirlo. No hay que desesperarse, pues él mismo lo prometió…¿Quieres seguir a Cristo? Se humilde donde Él fue humilde: no quieras despreciar su humildad, si pretendes alcanzar su exaltación. Cuando el hombre pecó hizo difícil su camino, pero se allanó cuando Cristo lo pisó al resucitar, y transformó las dificilísimas huellas en un camino regio. Por medio de este camino hay que andar con dos pies, es decir, el de la humildad y el de la caridad. Comienza por el primer paso, por la humildad y así subirás.



Y hacerlo con la cabeza alta, sintiéndonos afortunados de ser cristianos, de que el Señor se haya fijado en nosotros, sin avergonzarnos y sin complejos. Claro que no nos entenderán, como tampoco lo hicieron con Jesús. Es normal, porque en el Reino de Dios los “valores” se invierten: el servicio es la forma más sublime de autoridad, la humildad la mayor excelencia, perdiendo se gana, dando se recibe…



Y si alguien fue maestra en este estilo de vida, esa fue María: supo perder a su Hijo para ganarnos a todos como hijos suyos. María al pie de la cruz, Desolada, es el ejemplo más claro realizado por una de nuestra raza de la negación total. Y porque supo perder, ganó. Que en este día que comienza sepamos perder como María, todo y en todo momento. Seguro que el Señor nos llenará de nuevo con alegría porque su generosidad no conoce medida. “

No hay comentarios:

Publicar un comentario