martes, 17 de febrero de 2009

UNA INVESTIGACIÓN ESPAÑOLA PERMITE OBTENER CÉLULAS SIMILARES A LAS EMBRIONARIAS



Si 2008 fue un año que sorprendió a científicos y público en general con todos los trabajos publicados sobre cómo convertir células adultas en otras similares a las embrionarias, todo apunta a que 2009 deslumbrará todavía más por nuevos logros en este tipo de investigaciones que pretenden encontrar terapias para enfermedades incurables.

Dos estudios, uno de autoría española y publicado en la revista 'Cell Stem Cell', y el otro, liderado por científicos alemanes y que recoge la publicación hermana 'Cell', abren la puerta por un lado a conocer mejor este mecanismo de reprogramación celular y, por otro, a simplificar los pasos para ponerlo en marcha.

María Blasco, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), junto a Rosa Marión y Katerina Strati, ha descubierto que la telomerasa, una enzima que protege a los cromosomas de los daños que va sufriendo el ADN con el paso del tiempo, juega un papel determinante en esta 'máquina del tiempo'.

Sin ella, se 'altera' esta técnica para conseguir una célula con pluripotencialidad inducida (iPS, sus siglas en inglés) a partir de otra adulta. Por un lado, el mecanismo pierde eficacia pero, y lo más importante, las células conseguidas (similares a las embrionarias) no son pluripotentes, o lo que es lo mismo, no sirven para dar lugar a otros tejidos.

"Este trabajo es el primer ejemplo de que no se pueden obtener iPS sin telomerasa", señala a elmundo.es María Blasco. Además, esta científica ha demostrado que si se añade telomerasa a las células que por un defecto genético no cuentan con esta enzima, el proceso de reprogramación celular puede realizarse con total eficacia.
Siguiente paso en humanos

Existen ciertas enfermedades, como la anemia aplásica o la disqueratosis congénita (un síndrome que produce un envejecimiento prematuro), que presentan una deficiencia de telomerasa. Blasco probó en animales que si se reintroduce la enzima en células de la piel de ratones se pueden lograr células reprogramadas y pluripotentes (iPS) sin ese defecto inicial y que posteriormente pueden llegar a convertirse en un sustituto ideal para los tejidos dañados.

"El siguiente paso es conseguir los mismos resultados utilizando células humanas", afirma esta investigadora que reconoce, ante lo constatado en este trabajo, que en un futuro se podría estudiar si aumentando la cantidad de telomerasa se puede mejorar la eficiencia de la reprogramación celular.

Y es que el pobre rendimiento a la hora de conseguir iPS a partir de una célula adulta y varios factores que complican el proceso y limitan su seguridad son algunas de las limitaciones para poner en práctica esta 'máquina del tiempo celular' en humanos.

Precisamente, el otro estudio publicado en la revista 'Cell' viene a facilitar estas barreras. Hans Schöler del Instituto de Biomedicina Molecular Max Planck en Alemania lleva meses empeñado en conseguir un método más sencillo para reprogramar las células adultas.

La técnica de la reprogramación celular se inició en 2006 utilizando cuatro genes, necesarios para iniciar la marcha atrás del reloj biológico. Diferentes grupos científicos han ido demostrando que ese 'cóctel' se puede simplificar, eliminando por ejemplo el c-Myc, uno de esos factores que puede causar cáncer. De hecho, este pasado mes de julio, Schöler demostró que de cuatro se puede pasar a dos genes sin alterar el producto resultante. Este mismo investigador muestra ahora que la reprogramación es posible utilizando solamente uno de esos 'ingredientes': Oct-4.

Lo ha conseguido, al igual que en su trabajo anterior, utilizando como punto de partida no células adultas de la piel sino células madre neuronales procedentes de ratones. Y es que este tipo de células ya producen por sí mismas dos factores clave en la conversión.

La novedad del trabajo es que, para este tipo de células, se ha conseguido una forma más sencilla y segura de reprogramación celular. Sin embargo, la principal desventaja es que este método no funciona para convertir en iPS otro tipo de células, por ejemplo las de la piel. Además, sería necesario hacer una biopsia del cerebro para obtener las células madre neuronales, lo que limita bastante su posible uso en humanos en un futuro.

Ángeles López

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