Arturo Canalda: "Es peligroso que abortar sea sólo decisión de las menores"
Cristina Herrera | Actualizado el 20/5/2009 - 08:15h
El debate sobre las responsabilidades de los menores correspondientes a la mayoría de edad está encima de la mesa. El anteproyecto de la nueva ley del aborto ha abierto la discusión al considerar a las menores de 16 años lo suficientemente maduras como para poder abortar sin necesidad de contar con la autorización de sus padres. El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, contrario a esta medida, asegura que el aborto es una decisión "de tal trascendencia" que los padres deben conocerla.
-¿Es incongruente que una menor no pueda acudir a una excursión sin la firma de sus padres y que ahora sí pueda abortar sin que se entere nadie?
-Hay varios aspectos incongruentes. Por ejemplo, que un adolescente de 16 años no pueda abrir una cuenta bancaria, que no pueda ponerse un piercing ni tampoco comprar una cerveza, cuando a nuestra edad con 14 años ya lo hacíamos. Todo esto depende de los requerimientos sociales que van cambiando con el tiempo. Sin embargo, el aborto es una decisión de tal trascendencia que los padres deben conocerla. El problema está en que las máximas incongruencias se encuentran sobre todo en la toma de decisiones dentro del ámbito sanitario. ¿Por qué se necesita una autorización de un adulto para hacerse un piercing y no para someterse a una operación a corazón abierto? Pero la cuestión del aborto va más allá y es un aspecto que afecta también a la confianza que debe de existir entre padres e hijos.
-¿Sería partidario de contemplar modificaciones en la legislación actual para restringir o ampliar la capacidad de decisión a los menores en
ciertos campos?
-Hay legislación que no está adaptada a los tiempos que corren. Sobre todo, las leyes referidas a obligaciones de tipo mercantil. Los jóvenes de hoy
en día son más responsables y habría que ser más permisivos para que puedan abrir una cuenta bancaria o dar de alta un contrato telefónico. Sin embargo, en el otro extremo, considero que España tiene el límite más bajo de edad de la Unión Europea para consentir las relaciones sexuales, que se sitúa en los 13 años. No es que sean más o menos maduros, pero creo que sería necesario subir este margen a 14 años para proteger la libertad sexual de nuestros menores.
-¿En qué medida pueda perjudicar a las menores y a sus familias la propuesta del Gobierno?
-A los padres no se les puede hurtar su condición para poder participar en una decisión como esta. No me refiero a que su opinión sea la que debe de imponerse después, pero creo que es fundamental que los padres conozcan la realidad de sus hijos por una cuestión de confianza entre ambos. Y esto la ley no puede impedirlo. Dejar la decisión de abortar o no en las únicas manos de una menor es peligroso. Sobre todo porque puede estar asustada, la situación puede superarla y por miedo puede tomar una decisión que no sea la mejor para ella. Los padres están para apoyar a sus hijos y en una situación como ésta aún más.
-Pero ¿qué ocurriría si existen discrepancias entre la opinión de los hijos y sus padres?
-Para eso están los jueces. En caso de que la decisión de la menor no coincidiera con la de sus padres se podría llevar el caso a un juzgado que decidiera en base a criterios de madurez, que se puede conocer en base a las experiencias vividas. Pero siempre tiene que estar dentro del ámbito judicial. Lo que no tiene sentido es dejar una decisión tan dura en las manos exclusivas de una menor sin la ayuda de sus padres.
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