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* "Pumpido debe ser cesado tras su ataque desleal e injustificado"
* Corbacho carga contra 'Mafo'
* 'Mafo' advierte de que la Seguridad Social puede perder el superávit este año
Actualizado el 17/4/2009 - 13:05h
Se las prometía muy felices Zapatero lavando la cara de su equipo de Gobierno, pero la descoordinación y los ataques cruzados están poniendo en evidencia que la cosa va de mal en peor, como la crisis económica.
Comenzó el flamante nuevo Gabinete del presidente retratándose para la prensa y organizando reuniones de trabajo. Pero en pocos días han empezado a emerger conflictos hasta ahora soterrados entre representantes de la Administración. No dejan de abrirse frentes que siembran el desconcierto y aumentan la desconfianza.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, hizo públicas previsiones de lo más negras para la economía de nuestro país. Advirtió de cómo peligraba el superávit de la Seguridad Social y las pensiones de los españoles, y también recomendó una revisión de la edad de jubilación, para elevarla a 67 años. José Blanco, el ministro de Fomento, sugirió que el planteamiento le parecía adecuado, al admitir entonces que una persona con 65 años dispone de "plenas capacidades" para hacer cosas y trabajar.
Entonces también saltó a la palestra con una indignación desatada el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que arremetió contra el gobernador del Banco de España, al que acusó de "jugar con la tranquilidad de ocho millones de pensionistas". Poniendo en duda la profesionalidad de Fernández Ordóñez, se preguntó, asimismo, de dónde se había sacado los datos, y advirtió como en velada amenaza que esperaba que fuera la última vez "que tuviera que discrepar" con él, remarcando que el superávit de la Seguridad Social no se agotaría en 2009. Ya lo hizo también respecto a retrasar la edad de jubilación, en contra de la opinión de Blanco, su compañero de Gabinete. Posiciones contradictorias dentro del propio equipo de gestión.
El fiscal general del Estado, Candido Conde-Pumpido, también se ha lanzado a denunciar que la policía no hace caso de las órdenes de la fiscalía del Tribunal Supremo, y sí atiende las del juez Baltasar Garzón. Otro ataque que ya ha encendido a los sindicatos policiales. En la Confederación Española de Policía (CEP) les ha faltado tiempo para pedir la dimisión de Conde-Pumpido, mientras que el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ha tenido que reconocer que existe un "pequeño problema" entre su colectivo y la fiscalía. Rajoy ya ha pedido la comparecencia de Rubalcaba para que dé explicaciones.
Tampoco bajan tranquilas las aguas para la financiación autonómica, entre otras cosas porque no está definido quién va a ser el responsable de liderarla. Montilla ya ha puesto en cuestión la autoridad de Manuel Chaves, del que no le convencen sus declaraciones enfáticas, y se sabe que es Salgado la interlocutora con la que espera debatir sobre Cataluña.
Sin duda, se le acumulan los enconamientos a Zapatero, que ahora tiene que echar mano de la incertidumbre a la hora de hablar de la crisis económica, pero que sigue incurriendo en contradicciones. De la Vega desmentía los malos augurios del Banco de España, que le parecían desmesurados, pero al mismo tiempo tuvo que admitir que "nadie sabía ni cuándo ni cómo" salir de esta recesión.
Zapatero también ha optado por advertir de que la agresividad de la crisis será imprevisible en otoño. Mientras, su Gobierno se hunde en el más absoluto caos.
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