viernes, 20 de febrero de 2009

EL SECRETO DE LA ATRACCIÓN


Es sabido que el olor que emanamos los seres humanos juega un papel importante en la percepción que tenemos de nosotros mismos, así como en la interacción con otros individuos. Desde hace siglos hombres y mujeres utilizan fragancias artificiales para manipular el olor personal y atraer de este modo al sexo opuesto¿Pero cuál es el secreto de los perfumes? ¿Por qué nos vuelven más atractivos para el otro?

En líneas generales, las teorías se pueden resumir en tres puntos: el perfume sirve para cubrir los malos olores; algunas fragancias contienen elementos que imitan a las feromonas humanas (sustancias químicas generadas por el cuerpo humano que son percibidas por otros individuos y pueden influenciarlos) y la gente usa perfume para acentuar su olor natural y marcar su atractivo.

Sin embargo, una investigación llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, cree haber descubierto un nuevo elemento que explicaría el poder de las fragancias. Según Craig Roberts, director de la investigación, cuando un hombre altera su olor natural el cambio que se produce en la confianza que tiene en sí mismo es tal que modifica a su vez la forma en la que lo perciben las mujeres.

COMPORTAMIENTO

Los científicos le entregaron a un grupo de voluntarios un aerosol con una fragancia y agentes microbianos. A otro grupo les proporcionaron un aerosol que no contenía los ingredientes activos. Obviamente los participantes sabían si su aerosol contenía o no la fragancia, pero los investigadores ignoraban quién usaba un perfume y quién un placebo.

Durante varios días, los científicos llevaron a cabo una serie de exámenes psicológicos que demostraron que los hombres con el perfume se sentían más seguros de sí mismos.

Luego les mostraron a un grupo de mujeres vídeos en los que aparecían los dos grupos de hombres. Ellas encontraron a los hombres que habían utilizado la fragancia más atractivos que los otros. Cuando se les mostraron fotografías, no hubo diferencias, lo cual demuestra, según los expertos, que la clave no está en la apariencia física sino en el comportamiento.

EL PODER DE LOS OLORES
Para Roberts, es importante destacar que nuestra relación con los olores es mucho más poderosa y omnipresente de lo que creemos. “Afecta realmente la forma en que nos comportamos“.

¿Pero deja esta teoría por el suelo la idea de que es la fragancia lo que atrae a la otra persona? “No, por supuesto que no”, aclara Roberts. “Sin embargo, nos hace ver que cualquier efecto sobre la atracción puede incluir mecanismos no olfativos, puede desprenderse de otros canales sensoriales”.

Por eso, a la hora de elegir un perfume lo importante es complacernos a nosotros mismos. “Compra uno que te guste. Eso te hará sentirte más seguro y, por ende, más atractivo para los demás”, aconseja el investigador.

Los resultados del estudio -realizado en conjunto por el equipo de la Universidad de Liverpool y el laboratorio de investigación de Uniliver- fueron publicados en la última edición del International Journal of Cosmetic Science.

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