viernes, 20 de febrero de 2009

EXTRATERRESTRES EN LA TIERRA


No hace falta irse hasta Marte en busca de vida extraterrestre, podríamos encontrarla aquí mismo, en nuestro propio planeta, afirmó el profesor Paul Davies de la Universidad de Arizona en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias (AAAS). Nuestro planeta podría albergar formas de “vida extrañas” que no se parecen en nada a lo que nosotros solemos llamar organismos vivos, aseguró Davies

Estas formas de vida podrían estar escondidas en lagos formados por arsénico tóxico o en conductos de ventilación bajo el fondo del mar.

Por esta razón, Davis urgió a la comunidad científica a lanzar una “expedición a la Tierra” para que investigue ambientes hostiles en busca de señales de bio-actividad.

“No hace falta mirar otros planetas para encontrar otras formas de vida. Podría estar frente a nuestras propias narices, o incluso, dentro de nuestras narices”, afirmó Davies.

Para el físico sería completamente razonable encontrar vida extraña en nuestro planeta y si hasta el momento no se ha encontrado es porque, en su opinión, nadie se ha molestado en buscarla.

“La pregunta es por qué. El costo no es alto; sería una fracción del dinero que se utiliza para buscar vida extraterrestre”, dijo el científico. “Segunda génesis”

Davies fue uno de los expertos que expuso sus ideas en el simposio que debatió la posibilidad de que la vida haya evolucionado en la Tierra en más de una ocasión. Los descendientes de esta “segunda génesis” podrían haber sobrevivido hasta hoy en una suerte de biósfera paralela que está por fuera de nuestro radar, porque sus habitantes tiene una bioquímica muy diferente a la nuestra.

“Todos nuestros microscopios están preparados para la vida que nosotros conocemos, por eso no sorprende que no hayamos encontrado microbios con una bioquímica diferente”, señala Davies.

“Sencillamente, no sabemos cuán extraña sería esta otra forma de vida. El espectro es tan amplio como lo es nuestra imaginación y eso explica por qué es tan difícil buscarla”.

Si existe, esta forma de vida podría estar basada en ADN o ARN, pero con un código genético ligeramente diferente o con distintos aminoácidos. En el otro extremo del espectro, podríamos encontrar criaturas con diferencias más drásticas. “Quizás uno de los elementos presentes en la vida -carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno o fósforo- podría haber sido reemplazado por otra cosa”, explica Davies.

“Por ejemplo, la mayoría de las funciones que cumple el fósforo las puede cumplir el arsénico”.

MISIÓN A LA TIERRA

Entonces, ¿cómo ir en busca de algo que nunca antes hemos visto?

“Hay dos posibilidades”, dice Davies, “una es que esta otra forma de vida esté ecológicamente aislada, en nichos más allá del alcance de la humanidad”.

En ese caso, debemos comenzar con los ambientes más inhóspitos del planeta, como desiertos, salinas, zonas de alta presión, temperatura o radiación solar. “La lista de los lugares que podemos visitar es larga”, señaló el científico.

Por otra parte, si la “vida extraña” está entre nosotros, será muchos más difícil detectarla. “Habrá que encontrar la forma de filtrar información y dejar de lado todo lo que no es”.

Este trabajoso proceso ha sido utilizado para buscar organismos desconocidos en el mar.

“Personalmente”, señaló Davies, “yo sólo estoy interesado en establecer si la vida ocurrió más de una vez. Si descubrimos que ocurrió dos veces, entonces habrá ocurrido en todo el universo”.

“Éste, estará lleno de vida, y es muy posible”, concluyó Davies, “que no estemos solos”.

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