Los accidentes son algo en lo que no pensamos mucho hasta que suceden. Deberíamos estar lo mejor preparados para enfrentarnos a ellos.
¿Qué haces cuándo ves a alguien en peligro o que acaba de sufrir un accidente? Mucho se ha investigado sobre el instinto humano y de qué manera actúan la mayoría de las personas cuando ven a otra en dificultades. Sin embargo, en ocasiones, el miedo, la falta de recursos o de conocimientos nos impiden brindar la ayuda adecuada y oportuna.
Existen manuales y cursos de primeros auxilios gratuitos. No sería mala idea participar en alguno. Además podríamos empezar por revisar nuestro “botiquín de emergencias” o preparar uno.
El equipo básico deberá contar con material de curación como: gasas, vendas, esparadrapos, algodón y antisépticos como jabón, alcohol y suero fisiológico. Medicamentos como analgésicos, antipiréticos y antihistamínicos. Un par de buenas tijeras, pinzas, guantes y pañuelos desechables.
Los teléfonos de emergencia deberán estar a la vista de todos, en la puerta del frigorífico o en el mismo botiquín, y es necesario comprobar cada cierto tiempo que están actualizados. También se ha de revisar la caducidad de los medicamentos dos veces al año.
Si no tenemos claro qué hacer en caso de accidente, al menos recordemos qué no debemos hacer mientras esperamos la ayuda profesional.
1) No perder la calma. Un par de respiraciones profundas pueden ayudarte a aclarar la mente.
2) No soplar ni tocar con las manos sucias las heridas o fracturas expuestas.
3) Nunca poner hielo, grasas o mantecas en las quemaduras, sólo dejar correr agua tibia durante unos minutos sobre la zona afectada.
4) No mover al herido. Si fuera necesario hacerlo, se tendrían que mover cabeza, cuello y columna vertebral como un “bloque único”. Por lo tanto: no girar, extender o flexionar el cuello o la cintura.
5) No aplicar torniquetes, es mejor ejercer presión con compresas o gasas, incluso con una prenda de ropa limpia.
6) No permitir que el accidentado pierda el estado de consciencia, hablarle y dar pequeños golpecillos o pellizcos en la cara para mantenerlo despierto.
7) No ofrecer nada de beber, sólo agua del tiempo. Mantenerlo abrigado, sin exagerar.
8) Nunca aplicar resucitación cardio-pulmonar a una persona que esté consciente. Si no respira, revisar que la nariz o la boca no están obstruidas por secreciones o cuerpos extraños.
Por Reyna Arenas
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