El próximo día 13 de mayo se disputará la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Atletic presidido por Su Majestad. Lo que debería ser un emocionante evento deportivo puede convertirse en una reivindicación sobre las selecciones autonómicas. O lo que sería peor, un acto de reivindicación separatista.
Cuando suene el himno en Mestalla, donde en un principio se celebrará la final, puede ocurrir, como en otras ocasiones, que se produzcan pitos. Pero lo que más preocupa en el entorno de Zarzuela es que los 90 minutos pueden ser un continuo mitin separatista y una sucesión de insultos a la máxima autoridad del Estado.
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