miércoles, 1 de abril de 2009

EL OBISPO DE CÁDIZ PIDE QUE LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA SEAN "SILENCIOSAS"

RELIGIÓN | Carta pastoral de monseñor Ceballos
El obispo de Cádiz pide que las procesiones de Semana Santa sean 'silenciosas'
El paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, entrando en la catedral de Cádiz. | Fernando Ruso


elmundo.es | Cádiz

Al obispo de Cádiz, Antonio Ceballos, no le gustan los tambores ni las cornetas que acompañan los pasos de Semana Santa en los desfiles procesionales que recorrerán su diócesis (Cádiz-Ceuta) desde el Domingo de Ramos.

En una carta pastoral hecha pública hoy miércoles, monseñor Ceballos invita a las cofradías a "procurar que los desfiles procesionales sean silenciosos, meditativos, aptos para la contemplación y la plegaria".

En las ciudades andaluzas, las cofradías 'serias' se combinan con otras en las que se interpretan sin solución de continuidad marchas de música especialmente escritas para esta semana a los pasos tanto de Cristo como de Virgen y se aplauden las maniobras de los cargadores, como se conoce en Cádiz a los porteadores de las andas con las imágenes devocionales.

En su carta pastoral, monseñor Ceballos reconoce que "la Semana Santa está muy metida en el corazón del pueblo cristiano a pesar de la secularización progresiva de la vida. De ahí que el desfilar en las procesiones de Semana Santa o contemplarlas en su paso por nuestras calles y plazas reclama sensibilidad ante el drama sobrecogedor y gozoso al mismo tiempo, del amor de Dios para con los hombres".

El prelado gaditano se refiere en su carta a la feligresía denostando la 'modernidad' que, por ejemplo, quiere cambiarle el nombre a la celebración religiosa cristiana de la semana entrante: "Las vacaciones de primavera, como se proclaman, no han logrado desplazar del todo a la Semana Santa".

Según el obispo de Cádiz-Ceuta, "el complejo mundo financiero, político y cultural que está en el poder se haya empeñado los últimos años en liberar a nuestro pueblo del profundo sentido religioso, que le impide entrar en la 'modernidad' y lograr así una prosperidad como la de las naciones más adelantadas, la historia de la pasión y muerte de Jesús sigue todavía conmoviendo a nuestras gentes".

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