Una 'casa-basura' sobre el epicentro de las hipotecas 'basura'
James Wilson descansa en una de las cuatro habitaciones que tendrá la vivienda | Efe
* Su estructura está hecha con 2.500 neumáticos, 25.000 latas de aluminio y 2.700 botellas
* Bioclimática: Tendrá un sistema de refrigeración natural y almacenará el agua de lluvia
Actualizado miércoles 03/06/2009 17:13 (CET)
CARLOS AVILÉS
MADRID.- La vivienda en EEUU vive, probablemente, el peor momento de su historia. Fue allí donde se originó la crisis de las hipotecas 'subprime' o 'basura' y es allí también donde más se están dejando ver sus efectos. Por eso, y sí es cierto que la necesidad agudiza el ingenio, no es extraño que sea en el país norteamericano donde se plantean las soluciones que, sin ser las mejores, al menos son las más originales. La penúltima, levantar una 'casa-basura'.
En el Estado de Arizona, en la ciudad de Tucson, en pleno desierto, James Wilson y su mujer Elizabeth han decidido echar mano de la imaginación y levantar con materiales de desecho una vivienda que apuesta por el ahorro y el respeto medioambiental. Es la 'casa-basura' o, como se la llama en inglés, 'earthship'.
Tras años peleando con la administración para que le concediesen el permiso de obra, este sargento retirado de las fuerzas aéreas está a punto de concluir su proyecto. Ocho meses de trabajo han sido necesarios para colocar los 2.500 neumáticos, 25.000 latas de aluminio y 2.700 botellas de vidrio unidas entre sí con tierra en vez de cemento que forman los muros de esta casa ecológica que contará con unos 200 metros cuadrados y cuatro habitaciones. Estará acabada en agosto. Además, la vivienda, que será la primera de este tipo en todo Arizona, dispondrá de un sistema de refrigeración natural y una cisterna en la que se almacenará el agua de lluvia además de paneles solares que suministrarán electricidad al hogar.
Cuenta con sistemas que producen un ahorro energético a medio y largo plazo
Su precio, pese al ahorro en la adquisición de los materiales y gasto energético a medio y largo plazo, alcanza los 250.000 dólares (unos 175.000 euros) debido al coste de la mano de obra, que necesita de un entrenamiento previo para el manejo de estos nuevos 'ladrillos de goma'. Este valor la equipara con una casa convencional.
No es la primera vez que se construye un inmueble con estos materiales. La técnica, que desarrolló y popularizó el arquitecto Michael Reynolds allá por la década de los 70 del siglo pasado, ha sido empleada en multitud de ocasiones y no deja de ganar adeptos. De hecho, se calcula en 2.000 el número de viviendas de este tipo repartidas por el mundo.
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