La crisis se está cebando con todos los sectores y en todos los trabajadores. En los autónomos, también, pero con el agravante de que representan el 85% del tejido productivo español y no tienen derecho a ninguna ayuda si se quedan en el paro.
Si el Gobierno contribuyera a reducir la presión fiscal, aplazamientos de cotizaciones sociales y, además, las Administraciones Públicas realizaran sus pagos a los autónomos en los plazos previstos por la ley (60 días como máximo de retraso), más de 300.000 autónomos se podrían salvar de la quiebra, según ha confirmo el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, durante la presentación del Informe "Observatorio del Trabajo Autónomo", en el que se constata que en el último año ya han desaparecido 130.000.
"Ni los trabajadorse ni los autónomos -recalcó Amor- somos los responsables de la crisis", para explicar a continuación que, sin embargo, "somos los que la estamos pagando con toda la crudeza". En este sentido, y según el citado observatorio, uno de cada nueve autónomos está afectado por la crisis y el 82% reconoce que su actividad ha caído.
Entre las conclusiones, sobre todo, llama la atención que si se pusieran en marcha realmente las medidas anunciadas por el Gobierno y llegara liquidez a las empresas se podrían crear, como mínimo 700.000 empleos, ya que uno de cada cuatro autónomos necesita contratar, pese a que al 70% le resulta imposible por razones económicas.
«Si se pusieran en marcha realmente las medidas anunciadas por el Gobierno y llegara liquidez a las empresas se podrían crear, como mínimo 700.000 empleos»
En el informe, en el que han participado el profesor José Barea, se destaca que el 78% de las medidas adoptadas por el Ejecutivo se consideran "inapropiadas". En este sentido, el profesor Barea concretó ayer que los 45.000 millones aportados por el Estado hasta ahora "no han servido para combatir la crisis". Además de calificar de "errónea" la medida de los 400 euros (vigente dos años), que supondrá un desembolso de 12.000 euros por entender que no es "ni equitativo ni eficiente", además de ser una muestra de cómo el Ejecutivo "está despilfarrando el superávit".
Fomentar la contrataciónAsimismo, Amor se mostró contrario a la propuesta de la CEOE de abaratar el despido (propuesta en la que "se ha quedado sola"), diciendo que el problema no es el despido sino fomentar la contratación. También descarto que los autónomos "vayan a tomar la calle", ya que en su opinión "no es momento de tomar la calle sino de tomar el BOE". Por este motivo, apostó más por el diálogo social, pero no el proceso vigente, donde los autónomos no se sienten representados.
En este sentido propuso que entre las reformas estructurales que se deben acometer para cambiar el modelo productivo, una de ellas debería ser un cambio profundo del diálogo social. Mientras este cambio se produce, Lorenzo Amor recordó al Gobierno y al Parlamento que como poder ejecutivo y legislativo tienen el deber de actuar.
Maite Vázquez del Río
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