miércoles, 18 de febrero de 2009

MANERA DE REJUVENECER SIN APLICAR CIRUGÍA


MADRID.- Mientras algunos piensan que la 'arruga es bella', otros temen su aparición. Para estos últimos, existen distintas fórmulas que, en definitiva, rejuvenecen el aspecto. Entre ellas, los afamados agentes de relleno, especialmente, el ácido hialurónico, cuyas aplicaciones, hoy en día, se han extendido a otras zonas del cuerpo, además de la cara.

Los rellenos de arrugas, en general, "constituyen una de las mejores herramientas para el rejuvenecimiento de la piel y, concretamente, el ácido hialurónico se ha convertido en el punto de referencia entre los rellenos actuales", afirma el doctor Andre Pierre en un estudio publicado en la revista 'Journal of Cosmetic Dermatology'.

Según explica el autor, el colágeno fue el primer relleno que comenzó a utilizarse para las arrugas y el aumento de los labios. A partir de 1996 se empezó a utilizar el ácido hialurónico, un polisacárido que también "está presente de forma natural en nuestro organismo. Por su capacidad para captar y retener moléculas de agua, resulta básico para la hidratación de la piel", afirma la doctora especialista en Estética Mar Mira.

Con el tiempo, "el ácido hialurónico ha desbancado absolutamente al colágeno, porque permite diferentes concentraciones dependiendo de la corrección que se vaya a realizar, los resultados se mantienen durante más tiempo y el hecho de que sea sintético, no derivado de animales, es una gran ventaja", expone Josefina Royo, médico estético y miembro de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC).

Aunque el ácido hialurónico es una sustancia presente en el organismo, con la edad, argumenta la doctora Mira, "nuestra producción natural de este ácido disminuye en cantidad y calidad, lo que se traduce en deshidratación y arrugas, dos cuestiones que pueden compensarse gracias al aporte externo de esta sustancia".

Para intentar recomponer esta situación, existen varios tipos de rellenos que se clasifican en dos categorías: biodegradables y permanentes. "En dermatología estética es más seguro utilizar agentes biodegradables, ya que cualquier complicación que pudiera surgir se resolverá espontáneamente en la mayoría de los casos", indica Andre Pierre.

La especialista en Medicina Estética María Elena Fernández, consejera científica y de investigación del Colegio de Médicos de Madrid, incide en la misma idea. "La alta biocompatibilidad y completa biodegradación, hace que el ácido hialurónico sea uno de los rellenos más seguros. Las reacciones adversas son infrecuentes, transitorias y sin secuelas".

Entre algunos de los síntomas que pueden aparecer están "los hematomas, edemas después de tratar la zona, infecciones y posibles granulomas, que se reabsorben", concreta la doctora Carmen Gorosabel, miembro de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). A pesar de que los efectos adversos son infrecuentes, los especialistas coinciden en señalar que hay determinados casos en los que la aplicación del ácido hialurónico está contraindicada. Así, por ejemplo, no es recomendable en personas con complicaciones de cicatrización (tendencia queloidea) o enfermedades autoinmunes.
Para las arrugas, los glúteos y el pecho

Existen diferentes tipos de ácido hialurónico, de aplicación tópica o inyectables, con diferentes grados de viscosidad... Su objetivo: corregir la falta de hidratación, crear volumen en el rostro maduro, rellenar arrugas y surcos y mejorar las facciones hundidas (como los pómulos, la mandíbula y los labios). También tiene indicación en la remodelación labial, del contorno facial y para el rejuvenecimiento general de la piel.

En función del objetivo que se plantea en cada caso, el producto será más o menos denso. Así, tal y como explica la doctora Royo, para las arrugas muy superficiales, como las que aparecen a ambos lados de la sonrisa en personas relativamente jóvenes, se emplea un ácido hialurónico muy poco denso y se coloca en la dermis superficial. "Sin embargo, para corregir la zona que separa la nariz del labio superior se emplea hialurónico más denso y se coloca en la dermis media. Para aumentar los pómulos se coloca todavía a mayor profundidad y se usa un hialurónico aún más denso y que tarda más tiempo en reabsorberse".

Pero el ácido hialurónico no sólo se emplea en la cara, el cuello y el escote. "Ahora existe un ácido hialurónico de mayor densidad especialmente diseñado para rellenos corporales que se puede colocar en cualquier parte del cuerpo para obtener suaves remodelados de la silueta, autorizado para realizar aumentos de glúteos, pectorales, gemelos e incluso para suaves correcciones del volumen mamario", ilustra Josefina Royo. Este tipo de intervenciones sólo las pueden realizar los cirujanos plásticos.

"La aplicación del hialurónico en mamas o glúteos requiere conocimientos avanzados en dichas técnicas y deben llevarse a cabo en un quirófano", advierte Emilce Insua, médico estético perteneciente a la SEME. Además, según informan los distintos especialistas consultados por elmundo.es, también se está tratando la cara interna de los brazos, resolviéndose así la flacidez que algunos pacientes presentan en esta zona con el paso de los años.
Toxina botulínica y ácido hialurónico

Aunque existe confusión generalizada sobre la toxina botulínica y el ácido hialurónico, lo cierto es que la primera gran diferencia entre ambos productos es que la toxina botulínica no es un relleno. Así lo explica Carmen Gorosabel: "Se trata de una toxina que diluimos en suero e inyectamos en los músculos, no en las arrugas". Los mecanismos de acción son completamente diferentes. Según María Elena Fernández, "la toxina relaja la acción de los músculos, con lo que simplemente suaviza aquellas arrugas causadas por la expresión, mientras que el hialurónico rellena la arruga literalmente. No son tratamientos alternativos, pero sí complementarios en el caso de determinadas zonas faciales como son las arrugas del entrecejo".

Las arrugas de expresión son dinámicas y no se rellenan porque enseguida salen otra vez. "En Medicina Estética, Sanidad sólo admite la aplicación de la toxina botulínica en la zona del entrecejo para evitar las producidas por la expresión", aclara Carmen Gorosabel, donde se localizan aquéllas causadas por el gesto.

Al igual que ocurre con la toxina botulínica, los efectos del ácido hialurónico no duran para siempre. Esta sustancia se descompone muy rápidamente en el organismo. Por esta razón, para mantener los resultados, se requieren algunas sesiones de 'recuerdo'. Según comenta la doctora Insua, "para el relleno de los labios, por ejemplo, la duración es de alrededor de un año y algo mayor para los implantes más densos".

Laura Tardón

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