domingo, 8 de marzo de 2009

A LA ESPERA EN LA TIERRA DEL FUEGO


Vista de Punta Arenas, separada de la Tierra del Fuego, al fondo, por el Canal de Magallanes

7 de febrero de 2009. Año y medio tras la primera campaña ATOS en el Ártico iniciamos la segunda fase en la Antártida, con la que cerraremos nuestra aportación al Año Polar Internacional que ahora concluye. Mi equipo embarcó en el buque de investigación oceanográfica Hespérides de la Armada Española hace ya 10 días.
Sin embargo, mis compañeros Susana Agustí y Miquel Alcaraz y yo llegamos hace dos días a Punta Arenas, en la Tierra del Fuego Chilena, para volar desde aquí a la Isla del Rey Jorge donde nos incorporaremos a la campaña. El primer intento de volar a la Antártida sobre el Paso de Drake ha resultados fallido debido a la cerrada niebla, 30 metros de visibilidad, que arropaba la Isla de Rey Jorge.

Punta Arenas se encuentra en el sistema de canales que conectan con el canal del Beagle, que toma su nombre del buque en el que Charles Darwin, de cuyo nacimiento se cumplieron 200 años el 12 de febrero, realizó su viaje y a bordo del cual visitó estas tierras hace más de siglo y medio. Mientras permanecemos a la espera de que las condiciones mejoren, coincidimos con los ciudadanos de Punta Arenas, que llevamos visitando desde 1993, en el notable cambio del clima, que recordábamos intensamente frío e inclemente pero que ahora se nos muestra templado, casi cálido.

Informes recientes señalan a la Tierra del Fuego y la Península Antártica como las zonas del planeta que más rápido se están calentando como consecuencia del cambio climático, y un artículo de hace pocas semanas extendía este calentamiento, que creíamos restringido a la Península Antártica, a toda la mitad Occidental del continente Antártico. El cambio climático que tan dramáticamente vivimos hace año y medio en el Ártico ha llegado también al extremo opuesto del planeta.

Especulamos sobre cómo este clima más cálido habría afectado el desarrollo de la cultura de las tribus Fueguinas, que Darwin consideró como entre los más primitivos que conoció en sus viajes. Una de las principales razones para el viaje del Beagle fue devolver a tres indios yámanas secuestrados, junto con un cuarto que falleció, para según recoge el capitán Fitz Roy en su diario «llevarlos a Inglaterra, educarlos tanto como fuera posible y luego devolverlos a Tierra del Fuego». Este experimento social, tan propio de la soberbia Inglaterra victoriana, resultó, como no podía ser de otra forma, un trágico fracaso.

Especulamos sobre cómo este clima más cálido habría afectado el desarrollo de la cultura de las tribus Fueguinas, que Darwin consideró como entre los más primitivos que conoció en sus viajes

Los tres fueguinos, dos hombres jóvenes y una niña bautizados como York Minster, Jemmy Button y Fuegia Básquet, cuyo sufrimiento como sujetos de este experimento sólo podemos imaginar, se despojaron de sus vestimentas y se unieron a los suyos, aunque Darwin dejó escrito que estaba convencido de que a Jemmy Button le hubiese gustado volver a bordo. Ahora sabemos que la tribu Yámana contaba con una tecnología primitiva pero una cultura espiritual y ritual rica y compleja.

Mientras disfrutamos de una cena de Curanto Chilota, plato de mejillones y carnes cocinado -tradicionalmente en un hoyo en la tierra- desde hace más 10.000 años por estos lugares, nos preguntamos quiénes eran, en realidad, más primitivos y más salvajes. En Punta Arenas, Tierra del Fuego (53º 10' Sur, 70º 54' Oeste).

CARLOS M. DUARTE

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