Dentro de una cultura de aprecio y protección de la mujer embarazada
La Fundación Madrina pide que se conciba la maternidad “como una riqueza”
La Fundación denuncia que las mujeres de clase media-baja concilia "con calzador"
Adecuar el horario laboral al infantil, es clave. // Foto: Benavides
La Fundación Madrina es una entidad independiente de carácter “benéfico asistencial”, dedicada a la ayuda de mujeres embarazadas en dificultad psico-social. Su fin es “la promoción, ayuda y dignificación de la mujer y la infancia, en general, y de la madre y su maternidad, en particular, preservándoles frente a cualquier tipo de dificultad, riesgo, abuso, violencia o desigualdad social”.
El documento enviado al PP y al PSOE es un conjunto de medidas destinadas no sólo a evitar discriminación de la mujer cuando va a ser madre, sino pensado para crear una cultura de defensa de la mujer embarazada y de la infancia. Y es que, como recuerda el presidente de la Fundación, Conrado Jiménez, “la conciliación es una trampa para muchas mujeres porque se les obliga a compatibilizar con calzador su trabajo con su familia cuando se trata de mujeres de clase media-baja, mientras que las de clase media-alta lo tienen más fácil”. Por ello, Jiménez pide “que el derecho a la maternidad sea reconocido porque dentro de la conciliación debe haber una priorización, es decir, que la mujer pueda decidir entre ser madre o trabajar”.
Aunque tener hijos es mucho más, no cabe duda desde una perspectiva económica que “la natalidad produce riqueza. España importa natalidad de países de Europa del Este y de China, mientras el número de abortos sigue creciendo. Con una perspectiva eminentemente económica, y pensando en el medio y largo plazo, la Fundación Madrina ha estudiado los problemas de la maternidad y ha elaborado un programa integral de conciliación de familia y trabajo. Medidas que actualmente estudian los partidos políticos”.
Por estas razones, la Fundación propone, entre otras muchas medidas, que en España haya “dos años de maternidad como en Israel”. Esto se debe a que el sistema nervioso de un bebé tarda dos años en madurar y durante ese tiempo los lazos afectivos con su madre son fundamentales. En este sentido Conrado Jiménez recuerda que “hay estudios que demuestran que aquellos niños que han estado con sus madres durante esos dos primeros años tienen menos problemas afectivo-emocionales durante su infancia y su vida adulta”.
Por todo ello, en la Fundación consideran que el Estado tiene que invertir más dinero en políticas a favor de la natalidad y la conciliación” ya que el porcentaje del PIB gastado en políticas de apoyo a la natalidad y la conciliación “no es suficiente” en un país como España y “urgen una serie de cambios básicos, que fundamentalmente pasan por entender la natalidad como creación de riqueza. Es preciso que los políticos empiecen a pensar en el medio y largo plazo a la hora de trazar políticas de familia”.
Otras de las medidas propuestas por la Fundación son el apoyo a la mujer en el empleo permitiendo y facilitando el cambio de horarios, la reducción de jornada o acogiéndose a horarios de trabajo más europeos y acordes al horario infantil de las guarderías. Además de las referidas al trabajo, la Fundación pide que se amplíen las bajas pro materniadad hasta los dos años “como en Israel”, lo que incluiría el cofinanciamiento de las bajas entre las empresas y el Estado.
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