martes, 12 de mayo de 2009

EL EXPLOSIVO DE LA KANGOO

El explosivo de la Kangoo
12 de Mayo de 2009 - 12:16:55 - Luis del Pino
Publica hoy el periódico El Mundo la segunda parte del informe elaborado por el perito Antonio Iglesias, en la que se demuestra, atendiendo a dos argumentos difícilmente contestables, que el resto de cartucho de Goma2-ECO supuestamente encontrado en la furgoneta Kangoo la mañana del 11-M fue, en realidad, extraído del mismo cartucho que se envió como muestra patrón a la Policía Científica.

Los dos argumentos en que el perito se basa son:

1. Que el supuesto resto de la furgoneta Kangoo estaba contaminado por la misma sustancia (metenamina) que la muestra patrón, a diferencia de la Goma2-ECO del resto de escenarios analizados (mochila de Vallecas, piso de Leganés), donde esa contaminación no aparecía.
2. Que el análisis granulométrico de las muestras indica una coincidencia casi perfecta entre el resto de Goma2-ECO supuestamente encontrado en la furgoneta y la muestra patrón enviada desde la unidad de Tedax, lo que sólo se explicaría si ambos restos de explosivo provienen del mismo lote de fabricación.


Son tres las conclusiones que cabe extraer de esos datos.

1. En primer lugar, se demuestra que el resto de Goma2-ECO supuestamente encontrad en la furgoneta Kangoo no procedía de los trenes, sino que fue "colocado", en realidad, por la misma persona o personas que seleccionaron un trozo de Goma2-ECO patrón para enviárselo a la Policía Científica. En otras palabras: que no es verdad que aquel resto de explosivo procediera de ninguna bomba del 11-M, sino que fue colocado por alguien vinculado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para orientar las investigaciones hacia la Goma2-ECO.
2. Como consecuencia de lo anterior, tenemos que deducir forzosamente que en los trenes no estalló Goma2-ECO. No sabemos lo que estalló, pero Goma2-ECO no fue. La razón es muy simple: nadie "colocaría" un resto falso de explosivo para orientar las investigaciones hacia la Goma2-ECO, a menos que las muestras que se hubieran recogido en los trenes apuntaran a otra cosa. En otras palabras: si en los trenes hubiera estallado Goma2-ECO, nadie habría tenido necesidad de introducir de matute un falso resto de explosivo en la furgoneta Kangoo.
3. La tercera deducción que podemos hacer es aparentemente más extraña, pero tiene su importancia. El análisis granulométrico demuestra que la Goma2-ECO de la furgoneta Kangoo y de la muestra patrón coinciden entre sí, y se diferencian de los restantes restos de Goma2-ECO encontrados en otros lugares, como la mochila de Vallecas o el piso de Leganés. Pero eso quiere decir que, con bastante probabilidad (aunque no con total certeza), la Goma2-ECO encontrada en la mochila de Vallecas o en Leganés no proceden del mismo lugar que el resto de cartucho supuestamente encontrado en la furgoneta Kangoo. En otras palabras: que quien confeccionó la mochila de Vallecas no sacó la Goma2-ECO del mismo lugar del que se había sacado el resto de explosivo para la furgoneta Kangoo. Eso apunta a que intervinieron diversas manos (no necesariamente descoordinadas) en la colocación de una y otra prueba.

El hallazgo del perito Antonio Iglesias explica a la perfección algunas de las incógnitas más llamativas del 11-M. Por ejemplo, explica a la perfección cómo es posible que dos perros distintos no olieran ningún resto de explosivo en la furgoneta Kangoo en la mañana del 11-M. Si los perros no olieron ese resto de cartucho es por la sencilla razón de que en aquella furgoneta no había ningún resto de explosivo cuando la olieron los perros. El resto de cartucho fue "colocado" después, una vez que la furgoneta fue transportada al complejo policial de Canillas.

Como también se explica por qué no se quisieron enviar a la Policía Científica las muestras recogidas en los trenes para que se analizaran: porque esos análisis habrían puesto de manifiesto que lo que estalló en los trenes no tenía nada que ver con el resto de cartucho supuestamente encontrado en la furgoneta Kangoo.

Como también se explica cómo es posible que durante dos años nadie quisiera especificar los componentes que se habían encontrado en los análisis realizados por los Tedax a las muestras de los trenes: porque probablemente en esos análisis aparecían componentes que no entran en la composición de la Goma2-ECO.

Hoy tenemos, gracias a las investigaciones de un perito químico empeñado en descubrir la verdad y gracias al celo profesional de un periódico empeñado en no ocultarla, una prueba más de cómo nos engañaron a todos los españoles desde la propia mañana del 11 de marzo de 2004.

¿Alguien de la clase política piensa mover un dedo para que se reabra ese sumario falseador y falseado, con el que se ha pretendido tapar la mayor masacre terrorista que nuestro país ha sufrido?

¿O los españoles vamos a tener que seguir viviendo con la perpetua amenaza de que alguien, algún día, decida asesinar a otros 200 españoles elegidos al azar, con el fin de conseguir unos determinados objetivos, en vista de que la intentona anterior le ha salido gratis?

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