domingo, 22 de marzo de 2009

DETENIDOS UN CENTENAR DE MONJES TIBETANOS TRAS ESTALLAR NUEVOS DISTURBIOS EN CHINA


Foto de archivo de los monjes tibetanos en el monasterio en Repkong, al oeste de China de la provincia de Qinghai |AP
Detenidos un centenar de monjes tibetanos tras estallar nuevos disturbios en China

PABLO M. DÍEZ | PEKÍN

A pesar del inexpugnable cordón de seguridad impuesto por el Gobierno chino en el Tíbet y las provincias de alrededor, han vuelto a estallar nuevos disturbios que podrían encender la mecha de una violenta revuelta como la del año pasado.

Según ha confirmado la agencia estatal de noticias Xinhua, casi un centenar de monjes budistas han sido arrestados en Ragya, en la provincia occidental de Qinghai, por un oscuro incidente tras la desaparición de otro religioso de 25 años llamado Tashi Sangpo. Este fue detenido el viernes por haber cambiado la bandera nacional china por la tibetana el pasado 10 de marzo, 50.º aniversario de la rebelión fallida en Lhasa que provocó la huida del Dalai Lama a la India.

Los problemas en Ragya, en la prefectura tibetana de Golog, comenzaron ayer sábado cuando empezaron a circular rumores de que el monje se había ahogado en el río Amarillo, que pasa por la localidad. A tenor de los medios tibetanos en el exilio, como el portal de internet www.phayul.com, el monje pudo haberse suicidado para librarse del interrogatorio o bien fue arrojado al agua por la propia Policía.

La versión oficial es que el detenido huyó aprovechando “un permiso para ir al servicio” y se lanzó al río, pero su cuerpo aún no ha sido encontrado. Con independencia del verdadero motivo, la desaparición del monje despertó la ira de unos 2.000 tibetanos, que atacaron la comisaría de Policía.

Aunque las autoridades negaron su responsabilidad en la desaparición e insistieron en que los alborotadores habían sido “engañados por falsos rumores”, los disturbios provocaron heridas a varios agentes y destrozos en el edificio. Según Xinhua, seis personas fueron detenidas tras el incidente y otras 89 se entregaron, de las cuales todos son monjes menos dos.

La tensión continúa en la zona y en todo el Tíbet histórico, que incluye a esta región del “techo del mundo” y a amplios enclaves con mayoría de población tibetana en las provincias vecinas de Qinghai, Gansu y Sichuan.
Precisamente, en todos estos lugares se han registrado incidentes durante el último mes, en el que los tibetanos conmemoran los 50 años que lleva en el exilio el Dalai Lama. El 14 de marzo del año pasado, y debido a la proximidad de los Juegos Olímpicos de Pekín, estalló en Lhasa la peor revuelta independentista de las dos últimas décadas. Según el régimen, los disturbios dejaron una veintena de muertos, la mayoría chinos de la etnia Han que fueron linchados y quemados vivos por los alborotadores, mientras que el Gobierno tibetano en el exilio eleva la cifra a 200 fallecidos por la represión del Ejército.

Para evitar nuevas protestas, Pekín ha cerrado a cal y canto el Tíbet histórico a turistas y periodistas extranjeros, aumentando además la seguridad y las detenciones.
A pesar de las draconianas medidas, se han registrado algunos incidentes y varias personas se han quemado a lo “bonzo”, mientras que un soldado chino ha sido asesinado en la ciudad de Chongqing en un atentado terrorista que podría estar ligado al separatismo tibetano.

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