ESTUDIO PRELIMINAR
Dudas sobre la seguridad de unir antiácidos y antitrombóticos después del infarto
* Después de un síndrome coronario muchos pacientes toman este tipo de medicamentos
* Algunas revisiones ya indicaban que la suma de estos fármacos no era una buena idea
* El estudio ha analizado a unos 8.000 personas que tomaban estos medicamentos
MADRID.- Clopidogrel, uno de los antitrombótico que más se prescriben tras sufrir un infarto, vuelve a dar que hablar. Según un reciente trabajo preliminar, la combinación del fármaco con protectores de estómago comunes se asocia con un mayor riesgo de muerte y rehospitalización.
Además de un tratamiento con antiplaquetarios (también conocidos como antiagregantes), como aspirina y clopidogrel, tras sufrir un síndrome coronario agudo (infarto o angina de pecho) muchos pacientes reciben la indicación de tomar un inhibidor de la bomba de protones, un tipo de antiácido que se prescribe precisamente para prevenir posibles problemas gástricos asociados a dicha medicación.
Algunos estudios habían sugerido que los antiácidos podían mermar la efectividad de los fármacos destinados a reducir el riesgo de coágulos. De hecho, a raíz de estos trabajos, la FDA -el organismo que regula los medicamentos en Estados Unidos- inició una revisión de la efectividad de Plavix, un fármaco elaborado a partir de clopidogrel.
Sin embargo, hasta el momento, ninguna investigación ha aportado resultados concluyentes al respecto.
Dispuestos a arrojar un poco más de luz sobre el asunto, un equipo de investigadores estadounidenses puso en marcha un análisis de 8.205 pacientes que habían sufrido un síndrome agudo coronario y habían recibido clopidogrel. Parte de la muestra había tomado también antiácidos desde el primer día tras la intervención o en algún momento del seguimiento, que, como media, fue de 521 días.
Al comparar la evolución de cada paciente y la diferencia entre los dos grupos, los investigadores comprobaron que el consumo de clopidogrel combinado con el protector de estómago (en la mayoría de los casos se trataba de omeprazol) se asociaba con un aumento considerable del riesgo de muerte o reingreso hospitalario por síndrome coronario agudo.
Más riesgo
"Descubrimos que los inhibidores de la bomba de protones se prescriben frecuentemente junto a clopidogrel [un 63,9% de la muestra lo tomó]. Su uso concomitante se asociaba con un riesgo mucho más alto de resultados adversos que el empleo de clopidogrel sin el antiácido", explican los autores en su trabajo, que se publica en el último número de la revista 'Journal of the American Medical Association' ('JAMA').
Para verificar los resultados de su trabajo, estos investigadores realizaron distintos análisis paralelos y comprobaron que "en pacientes que no tomaban clopidogrel, la prescripción de antiácidos no se asociaba con un mayor riesgo de muerte o rehospitalización", indican. "Eso apoya la hipótesis de que es la interacción entre el antitrombótico y el antiácido, y no sólo la acción del protector de estómago, lo que se asocia con un aumento de los problemas", añaden.
Al tratarse de un estudio epidemiológico, los investigadores no han podido establecer la causa de esta asociación; sin embargo, sugieren que puede deberse a un efecto del antiácido sobre clopidogrel. Según indican, otros trabajos ya han señalado que los protectores de estómago son capaces de reducir los efectos antiagregantes plaquetarios del clopidogrel, lo que mermaría los beneficios de este último fármaco en pacientes que han sufrido un infarto.
En sus conclusiones, los investigadores reclaman estudios clínicos bien diseñados sobre el tema que sean capaces de aclarar de forma definitiva la cuestión.
"Mientras tanto, los resultados de este trabajo sugieren que los inhibidores de la bomba de protones deberían ser consumidos únicamente por pacientes con una clara indicación para dicha medicación, como un historial de hemorragia en el tracto gastrointestinal", concluyen.
Al poner en marcha su investigación sobre Plavix, la FDA recomendó a los pacientes seguir con la terapia "hasta que se obtengan nuevos datos", si bien matizó que quienes tomaran un protector de estómago además del antitrombótico deberían consultar con su médico.
El pasado mes de diciembre, varios estudios señalaron que ciertos factores genéticos también podrían interferir en la efectividad del medicamento.
El secretario general de la Sociedad Española de Cardiología, Esteban López de Sá, afirma que en España esta terapia combinada se administra a alrededor de un 50% de los pacientes, en declaraciones a la agencia Efe.
Según indica este experto, los efectos adversos derivados de la interacción de estos fármacos es algo que "preocupa a todos los cardiólogos", que vienen contemplando desde hace dos años la posibilidad de esta interacción.
López de Sá remarca que los individuos que toman esta medicación no deben alarmarse ni abandonar el tratamiento ya que la falta de clopidogrel puede terminar en un infarto y la de antiácidos en una hemorragia gastrointestinal, ambas con potenciales consecuencias fatales.
CRISTINA G. LUCIO
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