Su muerte fue un acto de naturaleza solidaria
El presidente de los obispos alemanes afirma que la muerte de Cristo no fue expiatoria
De acuerdo con el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, la muerte de Jesucristo no fue un acto redentor de Dios para liberar a los seres humanos de la esclavitud del pecado y que nos abrió las puertas del cielo. El Arzobispo de Friburgo, Robert Zollitsch, conocido por sus puntos de vista teológicos liberales, negó públicamente el dogma fundamental cristiano de la naturaleza sacrificial de la muerte de Cristo en una reciente entrevista concedida a una cadena de televisión alemana.
Noticia en Gloria TV (inglés)
(Lifesitenews/ReL) Zollitsch dijo que Cristo “no murió por los pecados de la gente como si Dios hubiera provisto una ofrenda sacrificial, como un chivo expiatorio.” En lugar de ello, Jesús sólo ofreció “solidaridad” con los pobres y los que sufren. Zollitsch dijo: “esa es la gran perspectiva, esta tremenda solidaridad.” Según al arzobispo alemán, Dios entregó "a su propio Hijo hasta la muerte en solidaridad con nosotros para mostrarnos que somos tan importantes para Él que están con nosotros en cada situación"
Y cuando el entrevistador le preguntó por el carácter de la muerte de Cristo: “¿No lo describiría ya más de tal manera que Dios entregó a su único Hijo debido que los hombres eramos pecadores? ¿No lo describiría ya más así?” Monseñor Zollitsch respondió, “No.”
Sin embargo, el Catecismo de la Iglesia Católica dice así en sus artículos 613-614:
La muerte de Cristo es a la vez el sacrificio pascual que lleva a cabo la redención definitiva de los hombres (cf. 1 Co 5, 7; Jn 8, 34-36) por medio del "cordero que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29; cf. 1 P 1, 19) y el sacrificio de la Nueva Alianza (cf. 1 Co 11, 25) que devuelve al hombre a la comunión con Dios (cf. Ex 24, 8) reconciliándole con El por "la sangre derramada por muchos para remisión de los pecados" (Mt 26, 28;cf. Lv 16, 15-16).
Este sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios (cf. Hb 10, 10). Ante todo es un don del mismo Dios Padre: es el Padre quien entrega al Hijo para reconciliarnos con él (cf. Jn 4, 10). Al mismo tiempo es ofrenda del Hijo de Dios hecho hombre que, libremente y por amor (cf. Jn 15, 13), ofrece su vida (cf. Jn 10, 17-18) a su Padre por medio del Espíritu Santo (cf. Hb 9, 14), para reparar nuestra desobediencia.
Obispo liberal
El Arzobispo Robert fue elegido por Juan Pablo II para la sede de Friburgo en el año 2003. Desde el 2008 es el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, siendo considerado como uno de los obispos liberales del episcopado alemán. Así, en febrero del año pasado aseguró que el celibato sacerdotal debería de ser opcional y que no era teológicamente necesario. Igualmente se mostró favorable a las uniones civiles homosexuales, aunque en contra del matrimonio gay.
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