domingo, 3 de mayo de 2009

PEQUEÑA ESPERANZA CONTRA LA ARTRITIS

PEQUEÑA ESPERANZA CONTRA LA ARTRITIS


IMAGELIBRARY

No se conoce su origen. Sólo se sabe que Se inflaman y deforman las articulaciones y que el paciente sufre fuertes dolores. Los especialistas trabajan en un nuevo medicamento de administración oral y más barato.



La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y degenerativa que provoca inflamación en la membrana sinovial (la que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones. Según la Sociedad Española de Reumatología, afecta a una de cada diez personas y se da con más frecuencia entre mujeres, aunque pueden padecerla hombres, niños y ancianos.


El doctor Juan Cañete, del servicio de Reumatología del Hospital Clínic (Barcelona), explica que este mal aparece cuando la membrana sinovial de las articulaciones con movimiento sufre una agresión crónica por parte del sistema inmune y provoca una inflamación persistente que conduce a la destrucción del hueso y el cartílago. Por ello cree que para poder mejorar el tratamiento, la investigación debe centrarse en conocer mejor la enfermedad en sus fases iniciales, «pero es muy difícil, porque no se conoce qué antígenos desencadenan las reacciones que desembocan en la artritis. En esta enfermedad se produce la alteración del sistema inmune (aparición de autoanticuerpos en sangre) años antes de que el paciente la manifieste». Asimismo, este experto ha señalado que en la actualidad se está ensayando con vacunas que actúan a través de la reprogramación de las células inmunológicas (linfocitos T) del organismo.


Fármacos más eficaces.

Para el doctor Federico Díaz, del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias (Santa Cruz de Tenerife), actualmente existen fármacos biológicos potentes, como los anti-TNF, los anticélulas B, los inhibidores de la activación T o los antiinterleukina 6, este último disponible en breve, que han mejorado las perspectivas de calidad de vida de muchos pacientes. «Sin embargo, estos compuestos sólo logran que la enfermedad remita en el 40 por ciento de los pacientes –ha afirmado– y buscamos una eficacia terapéutica superior.» «Hoy en día se está haciendo un gran esfuerzo en la búsqueda de compuestos más eficaces y que se puedan administrar por vía oral.» Y en esta investigación trabaja junto con el doctor Cañete, en el desarrollo de pequeñas moléculas, péptidos miméticos de bajo peso molecular o inhibidores enzimáticos sintéticos, con actividad bioequivalente a las terapias biológicas, que puedan administrarse en forma oral y cuya elaboración resulte más económica. «A diferencia de las terapias biológicas actuales, que requieren de la vía parenteral para ser eficaces, estas pequeñas moléculas pueden entrar en las células y bloquear las señales que transmiten una o varias citocinas y otros factores responsables de la enfermedad», avanzan.


Diagnosticar a tiempo.

Con respecto al diagnóstico de la artritis reumatoide, el doctor Díaz señala que hoy por hoy «es difícil realizarlo precozmente». Cuanto antes se diagnostique, mejor será la respuesta al tratamiento, ha explicado, y este diagnóstico temprano depende, principalmente, de la creación de planes de colaboración entre atención primaria y los servicios de Reumatología. «La figura del médico reumatólogo consultor está dando muy buenos resultados, pero aún queda mucho por mejorar: en los centros de salud y en los ambulatorios hay muchos pacientes y no somos capaces de cribar los que sufren problemas inflamatorios de otros que presentan afecciones del aparato locmotor que repercutirán en menor medida en su calidad de vida futura», ha afirmado.

Lola Fernández



Deterioro progresivo



# Causas: no hay evidencias que confirmen la implicación de virus o bacterias en la aparición de esta artritis. Los especialistas creen que puede tener un origen genético, puesto que el propio sistema inmune ataca las articulaciones porque no las reconoce como propias.

# Síntomas: el principal es la inflamación, que causa dolor. También suelen aparecer abultamientos duros (nódulos reumatoides) en las zonas de roce de la piel, como los codos y el dorso de los dedos, o en el interior del organismo. Con el tiempo, las articulaciones deterioradas se deforman.

# Consecuencias: a menudo causa sequedad de la piel y las mucosas. Esto ocasiona una inflamación y posterior atrofia de las glándulas que fabrican las lágrimas, la saliva, los jugos digestivos o el flujo vaginal (síndrome de Sjögren). También se produce rigidez articular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario