domingo, 3 de mayo de 2009

¿ POR QUÉ ME QUEDO RÍGIDO Y ME CAIGO ?

¿POR QUÉ ME QUEDO RÍGIDO Y ME CAIGO?

El cerebro estimula tanto los músculos que éstos se mueven sin parar y se agotan. En ese momento, el cuerpo se queda quieto. Es el síndrome de la persona rígida y, tratado precozmente, se controla. Sepa cómo.


IMAGELIBRARY

Pueden tener problemas para caminar o moverse, incluso temen los ruidos de la calle, que les pueden provocar caídas y espasmos. A veces se presenta con un cuadro de vértigos tal que les impide mover la cabeza. El final siempre es el mismo: se quedan completamente rígidos, sin poder mover las articulaciones, y caen al suelo.


No se trata del tráiler de una película, sino de las sensaciones y los síntomas que puede presentar un desorden neurológico conocido como síndrome de la persona rígida (SPR), que se engloba dentro de las enfermedades autoinmunes y que se debe a una estimulación anormal de los nervios que estimulan permanentemente los músculos sin darles descanso. Hay tres tipos, la que provoca rigidez del tronco, la de las extremidades y la que da rigidez total con espasmos.


Quizá se entienda mejor la rareza de esta dolencia con el relato de una paciente: «A los 20 años sufrí un ahogamiento. Un año después me diagnosticaron epilepsia causada por ese ahogo. Cuatro años después se me presenta una crisis de vértigo y rigidez, que me hace vomitar sólo por mover la cabeza. Me daban de repente espasmos dolorosos que me dejaban completamente rígida, llegando a quedarme clavada al suelo en plena calle, sin poder mover las articulaciones. Y, otras veces, me iba directamente al suelo, con el consiguiente peligro que ello suponía: dientes rotos, golpes en la cabeza, puntos para cerrar las heridas, hematomas. Lo peor fue que ningún médico conseguía establecer un diagnóstico…».


A veces, a estos pacientes no se los cree, por lo que se los trata como a enfermos psiquiátricos, aunque no lo son. Por eso, cuando el afectado oye, por fin, las palabras síndrome de la persona rígida, siente alegría al saber que ya existe un diagnóstico.


# Origen desconocido
Pero también le entra cierto miedo porque, según le explican los facultativos, se trata de una enfermedad encuadrada dentro de las enfermedades raras con un tratamiento de inmunoglobulina y rehabilitación que es lo único que lo mantiene estable. La enfermedad fue identificada por primera vez en Estados Unidos en los años 50 del siglo pasado y, aunque afecta por igual a ambos sexos, un estudio británico indica que la prevalencia es mayor en mujeres y que no existen pruebas específicas para determinar qué variante de la enfermedad sufre una persona.
Según fuentes neurológicas del hospital Negrín de las Palmas de Gran Canaria, no se conoce el origen de este síndrome, pero se asocia con otras enfermedades, como anemia perniciosa, trastornos psicosomáticos, ansiedades o fobias y con afectados por enfermedades endocrinas, como los pacientes diabéticos o los que sufren alteraciones de sus glándulas tiroides, suprarrenales o pituitaria.


# Inmunidad dañada
Las alteraciones de cualquiera de estas glándulas desencadenarían la aparición de enfermedades autoinmunes, que son aquéllas provocadas por el mismo organismo y en su propia contra; así el cuerpo reacciona agresivamente, de forma descontrolada y exagerada ante la agresión de un agente exterior. Si actuaran controladamente, las defensas naturales que poseemos podrían eliminar una toxina, un virus o bacteria. Pero si la agresión es excesiva, éstas atacarán al intruso, pero también lastimarán gravemente el cuerpo provocando enfermedades como el síndrome de la persona rígida.

Lola Fernández

Controlar los músculos


# Su detección pasa por una buena revisión clínica, que incluya un estudio eléctrico para ver cómo funcionan los músculos, ya que éstos siguen trabajando incluso en reposo, y por un análisis sanguíneo. Si no es tratada precozmente, la enfermedad avanza inexorablemente.
# ¿Quiénes la padecen? Se presenta en los adultos, más en mujeres que en hombres, entre los 30 y los 60 años, con un comienzo lento que se hace progresivo a lo largo de varios meses o años. Afecta al cuello, los hombros y los músculos de la espalda y se desencadena ante un estímulo (una emoción, un sobresalto o un ruido inesperado), pudiendo aparecer dolores musculares y dificultad para realizar movimientos voluntarios y una marcha lenta.

PARA SABER MÁS...
# www.personarigida.mforos.com
# www.enfermedadesraras.org

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