TRATAMIENTO CONTRA LA HEROÍNA

Tratamiento contra la heroína

Los tratamientos existentes contra las dependencias son de tipo psicológico-farmacológico.
El apoyo psicológico es esencial para conseguir una completa recuperación del paciente. Esto es esencialmente importante en drogodependencias, porque los drogadictos son quienes más sufren el rechazo de la sociedad y a quienes más les cuesta escapar de su adicción.

La mayor parte de los tratamientos de desintoxicación se realizan de manera ambulatoria sin necesidad de ingreso y SIN "Síndrome de abstinencia". Entre los opiáceos que realizamos la desintoxicación se encuentra la heroína, metadona, codeína, buprenorfina y cualquier otra.

NEUROSALUS también ha desarrollado uno de los tratamientos más avanzados en el tratamiento de la drogodependencia a la heroína, la desintoxicación ultrarrápida, que "limpia" el organismo de drogas en 24 horas, sin síndrome de abstinencia.

El tratamiento, con una eficacia de cerca del cien por cien, permite que el cuerpo se deshabitúe y no se presente ninguna dependencia física.

En el caso de la desintoxicación a opiáceos (heroína), una vez que el paciente está desintoxicado, se administran antagonistas opiáceos, como la naltrexona, que bloquean los receptores de la heroína y del resto de drogas de su familia (opio, metadona, codeína), que son los que producen los efectos euforizantes.

El paciente no experimenta los síntomas asociados al síndrome de abstinencia, ya que la administración de los fármacos antagonistas se produce mientras duerme. Además, se evitan las recaídas, ya que en caso de que el paciente volviera a consumir droga, no sentiría ningún efecto placentero. Hay que dejar claro que dicho tratamiento ultrarrápido es eficaz tan solo en el caso de los opiáceos y NO lo es en otras drogas como la cocaína, alcohol, anfetaminas, éxtasis y cualquiera no opiácea.

En otros casos se procede a colocar IMPLANTES subcutáneos de naltrexona cuya duración es de varios meses o bien las NOVEDOSAS (año 2008) inyecciones de Naltrexona "DEPOT" en la que con una simple inyección podremos proteger al paciente durante VARIOS meses.



Cómo y cuando se "engancha" una persona a la heroína. Causas de la adicción

Las primeras veces que una persona consume heroína puede obtener síntomas relativamente desagradables: náuseas, vómitos, mareos que preceden a una sensación de bienestar. Dichos efectos que son vividos como plenos de bienestar desaparecen (dependiendo de dosis y tolerancia) a las pocas horas. La persona nota cierta calidez en la piel, euforia, sequedad bucal y pesadez en las extremidades. En dichos momentos ninguna otra cosa parece importarle. Si la dosis es elevada se produce sensación de sopor que se alterna con la vigilia. Las facultades mentales disminuyen debido al entorpecimiento y depresión del Sistema Nervioso Central.

La sensación de bienestar es cada vez más lejana ya que la persona se va acostumbrando a la droga ("tolerancia") y tiene que aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto. Al mismo tiempo comienzan a abandonarse todas aquellas actividades que antaño generaban placer: comida, cuidados propios (higiene), sexo, "hobbies", etc. ¿Para qué realizar dichas actividades que generaban endorfinas cuando ahora tenemos dichas sustancias que provienen del exterior y sin ningún esfuerzo?. Paulatinamente y debido al ambiente marginal que se mueve en torno a la droga (igual que durante la "Ley seca americana") la situación personal, familiar y laboral del consumidor comienza a degradarse: alto gasto, muchas veces superiores a los ingresos, delincuencia, prostitución. En definitiva, la vida se ve abocada a la búsqueda de ese placer que se "escapa" de entre los dedos, abandonando responsabilidades familiares y laborales (separaciones, abandono de hijos, despido del trabajo o retraso de los estudios, etc.)


Consecuencias físicas del la dependencia a heroína

Son múltiples. En aquellos casos en que el consumidor se la inyecta puede sufrir colapsos de aquellas venas donde se aplica la inyección así como infecciones en el corazón con destrucción valvular o como en ocasiones hemos llegado a ver ceguera por infección en la retina. Abscesos, enfermedades hepáticas y de otros sistemas del organismo. Todo ello sin mencionar la frecuencia de transmisión de enfermedades como la hepatitis B y/o C así como el SIDA.

Entre aquellos otros que la fuman la presencia de enfermedades pulmonares suele ser el denominador común: bronquitis crónica o agravamiento de enfermedades previas. Resulta sorprendente la de pacientes diagnosticados de "asma" o diversas "alergias" que siguen fielmente tratamientos dirigidos a paliar dichas patologías y que mejoran o desaparecen casi en su totalidad cuando, finalmente, prescinden de la heroína. identificando, como es lógico, a la heroína como una sustancia que agrava estos cuadros o genera enfermedades de de otra forma nunca se hubieran presentado.

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