viernes, 8 de mayo de 2009

TRATAMIENTO DEL ALCOHOLISMO

Tratamiento del Alcoholismo



Que es el alcohol


El alcohol es una sustancia que se encuentra en la propia naturaleza u, obviamente, en las bebidas de fabricación humana y a la que nuestro organismo es especialmente sensible. Se absorbe muy rápido en cuento llega al estómago y en pocos segundos llega al cerebro donde “depolariza” las neuronas”. Es decir, reduce la tensión electroquímica entre ellas desencadenando una sensación de sedación y desinhibición además de euforia.



¿Quién es alcohólico?


Alcohólicos son, fundamentalmente, aquellas personas que no pueden beber con moderación. Su patrón de bebida es incontrolado y, normalmente, compulsivo. En alguna ocasión sí puede beber sólo una copa pero el o ella no pueden predecir lo que beberán en otra.

Las consecuencias negativas no frenarán al alcohólico de tomar otra copa. No siempre estarán ebrios ("borrachos") y tampoco tendrán que beber de manera continuada. Es común que desarrollen una dependencia física y requieran cuidados hospitalarios para desintoxicarse.

El alcohólico/a tendrá dificultades en mantener relaciones de pareja y familiares o en permanecer estable en su trabajo. Episodios de depresión y existencia de problemas familiares pueden tener relación con el alcoholismo.

El alcoholismo se puede tratar pero NO se puede curar pero, como en la diabetes, se puede aprender a vivir con ella. La abstinencia del alcohol constituye la base del tratamiento.

Hay que entender que el alcohol es moderadamente adictivo para la persona media pero fuertemente adictiva para el alcohólico. Tan sólo un trago de alcohol hace que el alcohólico recaiga y vuelva al patrón de bebida.



Porque algunas personas se vuelven alcohólicas.

Es un tema muy discutido. Ciertamente existe un componente genético, es decir que los hijos o nietos de personas que han abusado del alcohol padecen mayor probabilidad de padece ellos también tal adicción. Por supuesto que los seres humanos no somos tan solo “genética” ya que los factores ambientales y educativos también nos condicionarán desde pequeños. Existen interesantes estudios en los que niños dados en adopción cuyas familias han padecido problemas de alcoholismo y que nunca han tenido el más mínimo contacto con ellas y, por supuesto, desconocen tal problema presentan mayor tendencia a beber después de sus primeros contactos con el alcohol. Es decir, beben más que sus hermanos no biológicos.



Tratamiento de los alcohólicos.

Inicialmente el mayor problema es que reconozcan su adicción. Parece mentira que una cosa aparentemente tan obvia pueda constituir un problema importante pero así es frente al tratamiento del alcoholismo. Gran parte de los pacientes emplean mecanismos de negación: “Es verdad que bebo pero tampoco es para tanto….Suelo beber lo mismo que los demás….Bueno, es verdad pero yo dejo de beber cuando quiero, etc.”. En una sociedad donde se venden dosis mortales de alcohol en los supermercados (por ejemplo, una botella de licor bebida de una sentada) y donde el alcohol constituye un elemento omnipresente en muchísimos eventos sociales y de la vida cotidiana como en una simple reunión en un bar cualquiera a la hora del aperitivo resulta muy difícil que una persona mida el alcance de su problema real y se ponga en tratamiento.



Como se si soy alcohólico o que, simplemente, bebo más que otros.

El solo hecho que usted o un familiar suyo haya buscado información sobre este problema en Internet es muestra que muy probablemente usted padezca una complicación relacionada con la bebida y necesite tratamiento para el alcoholismo. Si no existiese una duda razonable probablemente nadie, ni usted mismo estaría buscando información acerca de este tema. En cualquier caso enunciaremos algunos aspectos:



Indicios de adicción al alcohol


Beber alcohol de manera compulsiva y/o incontrolada (aunque esta falta de control sea sólo en diversas ocasiones). Negar lo que se bebe.

Signos de abstinencia al para de beber: temblores, alucinaciones, malestar general, incluso convulsiones.

Daños físicos: hígado, cerebro, nariz roja y bulbosa, palmas de las manos enrojecidas, quemaduras de cigarrillos en las manos, etc.

Comportamiento violento y antisocial: disputas familiares, con amigos, en el trabajo.

Acumular bebidas alcohólicas en casa y, a veces, ocultarlas de la vista de los demás.

Alteraciones de la memoria, incluso amnesia total.



Creo que mi pareja es alcohólica. ¿Cómo puedo ayudarle/a?

En primer lugar considerar que cualquier decisión que tome afectará no solo al alcohólico sino también al resto de la familia.

Debe estudiar concienzudamente las costumbres de su pareja para llegar a la conclusión que padece algún problema de alcoholismo. En segundo lugar saber que es su OBLIGACIÓN como pareja de intervenir en la situación creada. Si ha llegado a la conclusión de que su enfermedad es real debe ser usted responsable de pasar a la acción. Preguntarse si su pareja presenta ya algunos "indicios de adicción al alcohol" (ver más arriba).

Diferenciar claramente a aquellas personas que disfrutan de una bebida alcohólica de aquellas otras que tienen necesidad de beber: ¿sabe divertirse si no ha bebido?, ¿bebe los vasos de una manera apurada? (no le gusta el sabor del licor sino que tan solo busca sus efectos), ¿es capaz de mantener se abstinente, por ejemplo, en el caso de tomar medicamentos incompatibles con el alcohol?. Es decir, debemos de apurar nuestra percepción de su consumo y establecer patrones de bebida: ¿bebe solo o acompañado?, ¿no recuerda que es lo que ha hecho?, ¿toma también drogas junto con la bebida?, ¿cuando empieza no sabe acabar?, ¿tiene parientes cercanos que también sufrieron problemas con el alcohol? (factor genético). ¿Comenzó a beber los fines de semana pero ahora lo ha ido extendiendo al resto de los días?,¿dice que "solo" bebe cerveza pero lo hace en grandes cantidades?, ¿bebe sobre todo cuando se encuentra bajo estados de ansiedad y/o problemas? (escapar de la "realidad", baja tolerancia a la frustración). Todo esto hay que hacérselo ver al paciente. Pero hay más respecto a ciertas situaciones con las que debemos enfrentar al alcohólico:

¿Tiende a culpar a los demás de sus propios fallos?...especialmente a la propia pareja. ¿No acepta sus propias responsabilidades?, ¿No acepta que parte de sus problemas surgen de su adicción a la bebida?. No es el momento de reprochar tales actitudes pero tampoco la de asumir las responsabilidades que el otro deja vacantes y "tapar" sus fallos, eso solo lograría retrasar el afrontamiento del problema del alcoholismo. Controle con exactitud los lugares, frecuencia y cantidades que su pareja bebe. Si es preciso anótelas para confrontar esos datos EN PRESENCIA de un terapeuta. Busque dicho terapeuta y convénzale en ir a buscar tratamiento. En otras ocasiones un problema secundario puede ser la excusa para buscar ayuda profesional: una disfunción sexual, problemas de salud (estómago, hígado), alteraciones del sueño o del estado de ánimo, etc. si bien el mejor afrontamiento, si se puede, es el frontal.



Algunos mitos sobre el alcoholismo


El alcohólico suele estar borracho. No necesariamente. En la mayor parte de los casos el alcohólico suele mantener unos niveles de alcohol en sangre que le permitan hacer una “vida normal”. Es decir, tener un “punto” pero no perder el control de lo que hacen. Paradójicamente, muchas de las personas que solemos ver ebrias suelen ser aquellas que “no saben” beber y que un día de la semana no han “calculado” adecuadamente la cantidad que estaban ingiriendo.

El alcohólico bebe a diario. Tan solo en ciertos perfiles. En ocasiones solo los fines de semana. En otras, por ejemplo, hay mujeres alcohólicas que tan solo recurren a esta sustancia en los días previos o durante la menstruación para mitigar los dolores. Sin embargo en nuestro país observamos con preocupación que muchas personas comienzan a beber desde ya entrada la mañana: un “carajillo”, una cerveza a media mañana, algo de vino o más cerveza en la comida. Algún licor o “bajativo” después del almuerzo. Algunas copas, etc. Individualmente no se toma una sola dosis de alcohol pero la suma de todas ellas es importante para ser tratado de un problema de alcoholismo.

El alcohólico tiene aspecto de alcohólico. Falso. Claro, solo parecen presentar dicho aspecto cuando los síntomas son muy evidentes o cuando se corresponde con nuestra imagen estereotipada de lo que suponemos como “alcohólico”. La primera imagen que a muchas personas se les viene a la cabeza es la del pobre indigente, desgraciado habitante del submundo callejero que aferrado a su botella entona canciones mientras nos ve pasar por la calle. Sin embargo, la mayor parte presentan un semblante muy “normal” hasta tal punto que personas cercanas a ellos desconocen, en muchas ocasiones, el problema de alcoholismo que ese amigo o familiar cercano padece. Son muchos los pacientes que hemos tratado y que son normales trabajadores que no saben desempeñarse en su quehacer diario sin unos niveles de alcohol en sangre. En otras ocasiones ilustres personajes de la vida social española que les sucede exactamente lo mismo. Tampoco podemos olvidar a sufridas amas de casa que necesitan alguna toma de alcohol o, incluso, menores de edad que solo saben “pasarlo bien” si han bebido bebidas alcohólicas.

Bueno, yo solo bebo cerveza. ¿Eso no es ser alcohólico, verdad?. Falso. La cerveza tiene el mismo tipo de alcohol que el resto de las bebidas (alcohol etílico) pero en menor proporción. Sin embargo muchos bebedores de cerveza toman grandes cantidades de cervezas al día con eso de “si es solo cerveza”. Finalmente, la cantidad de alcohol etílico cuantificada en gramos es, en muchas ocasiones, similar a la de aquellos que beben licores u otro tipo de bebidas espirituosas.

Mis análisis están bien y físicamente me encuentro bien. ¿Puedo ser alcohólico a pesar de todo?. Verdadero. El deterioro físico y analítico suele darse en estadios avanzados del alcoholismo. Su traducción en cifras anómalas de transaminasas (enzimas hepáticas) ocurre cuando existe verdadero sufrimiento hepático. En muchas ocasiones el cuerpo sigue respondiendo de manera más o menos regular pero ello no significa que la adicción a nivel psicológico haya avanzado de manera importante.

www.neurosalus.com

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