sábado, 21 de febrero de 2009

MONS. SEBASTIÁN: EL ESTADO PRETENDE UNA "CONFESIONALIDAD ANTIRRELIGIOSA"


En este momento, la situación de los católicos españoles es incómoda. Así lo afirmó el arzobispo emérito de Pamplona Mons. Fernando Sebastián, en un coloquio de la Fundación Pablo VI, celebrado ayer en Madrid. Aseguró que el gobierno pretende “legislar y modificar la vida de la sociedad española reconociendo como derechos cosas que no sólo no nos parecen verdaderos derechos, sino que los consideramos agresiones a los verdaderos derechos de las personas. Así por ejemplo la equiparación de las parejas homosexuales con el matrimonio, la no protección de la estabilidad del matrimonio y de la familia, la libertad para eliminar la vida del hijo no nacido, la facultad para manipular y destruir embriones humanos”. Subrayó que esta forma de actuar responde a una “ideología atea, según la cual el hombre podría disponer de su existencia de manera absoluta sin referencia alguna a un orden moral objetivo anterior y superior al poder político. De esta manera, el Estado se hace beligerante en materia religiosa, agresor del bien común tal como lo entiende y desea buena parte de la población. La pretendida laicidad se convierte en confesionalidad antirreligiosa, y la democracia degenera en tiranía espiritual y cultural”.

Mons. Sebastián explicó que en este conflicto, los católicos no pretenden imponer sus puntos de vista ni sus criterios morales: “A nadie se le ocurre pedir que el Parlamento legisle siguiendo los imperativos o las recomendaciones del Sermón de la Montaña”. Y aclaró que lo que piden es que “el Parlamento y todas las instituciones democráticas en el ejercicio del poder se sometan a un orden moral objetivo, que limite las posibilidades del poder y lo someta a las exigencias verdaderas y concretas del bien común de la sociedad entera”.

Incidió además en la separación que existe en los ámbitos de actuación de la Iglesia y el Estado: “El Estado y la Iglesia se mueven en niveles diferentes de humanidad y tienen origen, naturaleza y misiones distintas“. Explicó que mientras el Estado actúa dentro de la sociedad temporal, la Iglesia no es española sino católica y tiene otro origen, dimensiones y misión. Y añadió que en una sociedad crecientemente plural en materia religiosa, “esas normas morales objetivas, que protegen el bien común de la sociedad, no pueden ser las normas propias de ninguno de los sectores de la sociedad, sino un conjunto de normas morales compartidas por todos, o por la inmensa mayoría, no arbitrarias ni aleatorias, no impuestas por nadie desde fuera de la sociedad, sino pertenecientes al patrimonio cultural histórico de nuestra nación”.

Mons. Fernando Sebastián hizo estas afirmaciones durante su participación en el primer coloquio del Foro Cristianismo y Sociedad, creado por la Fundación Pablo VI, para fomentar la presencia de la Doctrina Social de la Iglesia en la opinión pública de la sociedad española. El Foro intentará analizar los acontecimientos de la sociedad española desde el punto de vista cristiano, en diálogo franco y abierto con las demás opiniones que se hacen presentes en la opinión pública española. El catedrático Antonio García Santesmases, catedrático de Filosofía Política de la UNED, debatió con Mons. Sebastián sobre la participación de los cristianos en la vida pública. El moderador del acto fue el escritor y periodista Valentí Puig, escritor de amplio registro literario, autor, en el último año, del libro de testimonio de su conversión ‘La fe de nuestros padres’, y de un ensayo político titulado ‘Moderantismo: una reflexión para la España del siglo XXI’.

Sonsoles Calavera

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