miércoles, 11 de marzo de 2009

GALILEO "RESUCITA" EN FLORENCIA



* Inaugurada una gran exposición con motivo del 400º aniversario del telescopio
* La muestra incluye el único telescopio de Galileo que todavía se conserva
* Recorre la historia de la astronomía desde sus comienzos hasta Newton
Justo cuando se cumplen 400 años de los descubrimientos de Galileo, Florencia se rinde a los pies del científico que revolucionó la astronomía. Y entre los diversos homenajes que le dedica en el Año Internacional de la Astronomía se encuentra 'Imágenes del Universo: de la antigüedad al telescopio', una gran exposición que el viernes abre sus puertas en el Palazzo Strozzi de Florencia y que hasta el próximo 30 de agosto analiza la historia de la astronomía, partiendo de sus comienzos en Mesopotamia y Egipto y llegando hasta Kepler y Newton.

El gran protagonista de la exposición es el propio Galileo. De hecho, entre los 250 objetos que se exhiben se encuentra el único telescopio realizado por él que se conserva, así como los dibujos que llevó a cabo de la Luna después de observarla con uno de esos instrumentos. Incluso puede contemplarse el dedo del astrónomo que a modo de reliquia se conserva en una urna de cristal.

La exposición de Palazzo Strozzi trata de reflejar la faceta multidisciplinar de la astronomía: desde su influencia en el arte hasta su impacto puramente científico, pasando por su perspectiva religiosa, el estudio de los astros para analizar el futuro.

El resultado es una muestra que reúne desde instrumentos científicos y de medición a libros de astronomía, pasando por cuadros de maestros como Boticelli y Rubens. De Rubens se puede admirar, por ejemplo, 'Saturno devorando a su hijo', un cuadro con claras referencias galileanas.

Fue en la primavera de 1609 cuando cayó en manos de Galileo un singular objeto que por entonces se vendía en Venecia como juguete. Era un tubo corto con dos lentes en los extremos y que permitía ver los objetos engrandecidos. Galileo se dedicó a perfeccionar ese instrumento que, en sus manos, se convirtió en un instrumento científico destinado a transformar el mundo.

Mirando a través de ese aparato, Galileo vio el universo de manera totalmente distinta a como decía la tradición, reforzándose su creencia en la veracidad de las hipótesis de Copérnico. Vio, por ejemplo, que la superficie de la Luna estaba repleta de valles y montañas, igual que la de la Tierra; que en torno a Júpiter giraban cuatro satélites, que el Sol tenía manchas oscuras, que Venus mostraba fases como las de a luna.

Los telescopios de Galileo estaban compuestos por dos lentes (una plana cóncava y otra plana convexa). Permitían engrandecer 20 veces los objetos y se caracterizaban por tener un campo visual bastante restringido. Galileo, por ejemplo, no conseguía encuadrar toda la Luna.

En la exposición de Florencia se puede contemplar el único telescopio obra de Galileo que ha llegado a nuestros días. Se trata del que en 1610 realizó para Cosimo Medici. Mirándolo, cuesta creer que Galileo consiguiera revolucionar la astronomía con ese sencillo tubo de madera de 92,7 centímetros de largo y seis de diámetro forrado de piel.

Irene Hdez. Velasco | Florencia

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