domingo, 5 de abril de 2009

CUENCA RECUPERA SUS ÓRGANOS BARROCOS

VISITEMOS CUENCA Y SU CATEDRAL




La catedral de Cuenca ha recuperado hoy su conjunto de órganos barrocos construidos en el siglo XVIII por el organero Julián de la Orden, que constituye el único que existe en España restaurado en su integridad, tras finalizar un proceso de restauración que ha costado más de un millón de euros.

La inauguración del órgano del evangelio, en el concierto inicial de la 48 Semana de Música Religiosa de Cuenca, ha permitido la recuperación de un conjunto musical barroco único en España, ya que junto con el órgano de la epístola constituye el grupo de órganos gemelos más antiguo de los conservados en España.

Fueron construidos por el organero Julián de la Orden entre 1767 y 1770, en una época dorada de la organería española y los expertos calculan que llevaban más de cien años sin sonar juntos, hasta que ha finalizado su proceso de restauración.

Primero fue restaurado el órgano de la epístola, que está en funcionamiento desde septiembre de 2006 y ahora se ha completado la restauración de su gemelo. El proyecto de restauración de los dos órganos ha sido desarrollado por la Fundación Caja Madrid, cuyo director, Rafael Spottorno, ha dicho hoy que "es un día grande para la música, un día grande para la organería española y un día muy feliz para todos". Ha destacado que es "un conjunto barroco único en España, porque los criterios que se han utilizado para su restauración son criterios historicistas, sin modernización de ningún tipo, respetando lo que significó en la música y en la organería española el órgano barroco".

La restauración ha costado 1.015.309 euros, de los cuales la Fundación Caja Madrid ha aportado 858.325 euros (405.722 para el órgano de la epístola y 452.603 para el del evangelio), el consorcio del Real Patronato de la Ciudad de Cuenca 96.883 euros y el Ayuntamiento de Cuenca y el Cabildo de la catedral 60.101 euros. El proceso de restauración de los dos órganos sido realizado por el taller de organería de los hermanos Frédéric y Yann Desmottes, de Landete (Cuenca), que ha empleado 19.500 horas de trabajo para completarlo.

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