Actualizado el 5/4/2009 - 08:00h
La retirada de tropas de Kosovo y la crisis financiera reflejada en la intervención de la caja de ahorros de Castilla La Mancha no convierten a Zapatero en un socio fiable, ni se hará la foto en la Alianza de Civilizaciones con Obama.Zapatero no se entiende con sus socios, y no es por su inglés.
La idea de sacar las tropas españolas de Kosovo no ha contribuido para nada a la imagen exterior, ya bastante deteriorada, de José Luis Rodríguez Zapatero. Si en un principio fue la ministra de Defensa, Carme Chacón quien hizo oficial la noticia, luego supimos que fue una decisión personal de nuestro presidente, quien no ha dudado -como en otras ocasiones- en sacar adelante la iniciativa aun puenteando a ministros, al jefe del Estado Mayor, embajadores en Washington y ante la OTAN, y dejando en la estacada, sin previo aviso, a los aliados -hasta la fecha- de España en el extranjero.
A pesar de que el vicepresidente de EE UU, Joseph Biden, dijo que Kosovo era un capítulo cerrado, lo cierto es que Obama y Zapatero ya han tenido su primer encontronazo; la Administración americana respondió a las manifestaciones españolas que la misión en Kosovo básicamente había finalizado con un lacónico “para nada”.
Todos intentan buscar explicaciones a la intempestiva salida de Kosovo; la Prensa internacional también busca una interpretación a la actuación española que ha venido a agravar la difícil relación con Estados Unidos. El Washington Post del pasado 21 de marzo se preguntaba con el siguiente titular por el origen de la decisión y recogía la decepción norteamericana: “Sorpresa en EE UU por la decisión de las tropas españolas en Kosovo” y afirmaba que el Gobierno de Obama estaba en “profundo desacuerdo“con la medida española. El contenido del artículo afirmaba: “Estados Unidos está emitiendo un inusual tono crítico al aliado español de la OTAN expresando su sorpresa por la decisión de retirar las tropas de la misión de paz de Naciones Unidas en Kosovo...”.
Agencias internacionales como Reuters y Associated Press transmitieron la misma idea de sorpresa de los responsables americanos, y en sus notas de Prensa se leía que la crítica a la decisión provenía de la falta de comunicación del Gobierno español con sus aliados en Kosovo. Por su parte el International Herald Tribune afirmaba el 24 de marzo que la retirada española de Kosovo había dejado a la comunidad internacional estupefacta y planteaba la dudosa fiabilidad de España como aliado. Time era bastante más categórico y decía que España había provocado un gran disgusto entre los aliados que están “bastante enfadados”.
Lea este reportaje íntegro en la revista Época.
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