domingo, 5 de abril de 2009

EN INVIERNO LA PIEL SE EXPONE A AGRESIONES QUE CONLLEVAN SU MAYOR ENVEJECIMIENTO

SEME

Frío, humedad, viento, cambios bruscos de temperatura ambiental o la sequedad producida por las calefacciones demasiados altas provocan una gran deshidratación y alteraciones cutáneas que se traducen visualmente en una piel seca, descamada y fisurada.

El Dr. José Carlos Sánchez Acosta, médico experto de la Sociedad Española de Medicina Estética, establece los tratamientos idóneos para la época de invierno; además de los diferentes tipos de piel que existen y sus características.

En invierno, y aunque no lo creamos, la piel sigue expuesta a otros peligros y agresiones que no son menos importantes que los de la época estival. El frío, la humedad, el viento, los cambios bruscos de temperatura ambiental (contrastes de frío calor) o la sequedad producida por las calefacciones demasiados altas, principalmente las de aire caliente, provocan una gran deshidratación, alteraciones cutáneas que se traducen visualmente en una piel seca, descamada, fisurada, con atenuación de la vascularizacion de las zonas más expuestas (cara, labios, orejas y manos) y, por consiguiente, un mayor envejecimiento de la piel.

También en esta época los que practican deportes de montaña o de nieve sufren las mismas agresiones en la piel que en la estación veraniega, por lo que deben utilizar al igual que en verano, cremas hidratantes con factor de protección altos.

Es la época invernal, un buen momento para empezar con una serie de tratamientos que habiamos dejamos de lado en la época estival, como son los tratamientos de rejuvenecimiento facial a base de peeling o mesoterapia con vitaminas y acido Hialuronico, con láser médico o con alta frecuencia. Tratamientos despigmentantes, de toxina botulinica para la correccion de arrugas, o tratamientos de depilación con láser de tipo médico. Aunque, lo más importante es seguir con un tratamiento cosmético médico de base durante todo el año, que debe ser supervisado y renovado según la época del año por su medico estético.

Debemos siempre diferenciar los productos cosméticos de venta en perfumerías, supermercados o gabinetes de estética, de los de uso exclusivamente médicos, estos ultimos, poseen componentes activos en más alta concentración y por tanto son más eficaces, aunque necesitan tener una correcta indicacion y control medico, son los empleados por los profesionales de la medicina estética.
Test: ¿cuál es tu tipo de piel?

Según el Dr. Sánchez Acosta, médico experto de la Sociedad Española de Medicina Estética, podemos destacar 3 tipos principales de piel (normal, seca y grasa) con algunos subtipos y otros 3 tipos de piel especiales (mixta, envejecida y sensible) cuyas características podemos comprobar a continuación:

* Piel normal: Presenta brillo moderado, color mate. Aspecto fresco y luminoso. Poro imperceptible. Tacto aterciopelado, flexible, fina y elástica. Pigmentan bien. No existe descamación perceptible.
* Piel seca constitucional: Carece de brillo. Presenta engrosamiento, tacto áspero y rugoso. Pigmentan bien previo enrojecimiento y se queman con facilidad bajo exposición solar. Se deterioran más a medida que avanza el envejecimiento.
* Piel seca adquirida: Piel mate, sin color. Poro imperceptible. Arrugas perioculares y peribucales. Ante los agentes externos fácilmente presentan rojeces y descamación.
* Piel grasa seborreica: Aspecto de brillo graso. Con zona medio facial engrosada. Poro dilatado en zona seborreica. No suelen presentar rojeces ni descamación. De tacto suave y untuoso.
* Piel grasa deshidratada: Aspecto brillante pero sin color. Poros perceptibles a simple vista. Piel engrosada en zona seborreica tendiendo a descamación y enrojecimiento en dichas zonas. Pigmentan bien. Sufren congestión con los cambios de temperatura.
* Piel grasa asfictica: Brillo en zonas seborreicas pero con aspecto marchito y mate en zonas laterales del rostro. Piel algo engrosada. Aspecto pálido. Presenta quistes y comedones de grasa. Pigmentan mal y pueden aparecer manchas frecuentes y coloración irregular. Susceptible de irritación facial fácil y de deshidratación.
* Piel mixta: Es la más frecuente. Posee una zona medio facial grasa y laterales secos.
* Piel envejecida: Aspecto mate. Poro imperceptible. Falta de tono al pinzamiento y de firmeza al estiramiento. Aparición de pliegues o arrugas superficiales.
* Piel sensible: Ante determinados estímulos externos como pueden ser los ambientales, cosméticos etc. el paciente puede presentar sensación de quemazón, picor, escozor, sequedad y descamación.

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