Del “sistema financiero más sólido del mundo” a la intervención en CCM... Zapatero, preso de sus palabras, afronta las horas más bajas del Gobierno: en evidencia, contestado en las calles, desacreditado en el exterior y en soledad parlamentaria. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero atraviesa sus horas más bajas. En tres meses le han estallado en la cara casi todos los frentes abiertos que, con más o menos acierto, esquivaba y se empeñaba en ocultar.
Se ha pasado, de la promesa del pleno empleo, el negacionismo y la Champions League, a otear los cuatro millones de parados oficiales, pagar planes de rescate financieros multimillonarios e intervenir Caja Castilla-La Mancha. El Ejecutivo socialista se ha quedado sin apoyos en el Congreso de los Diputados y la estrategia de todos contra el PP ha mutado en la denominada “geometría variable” -con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2010 en juego-.
Más. El PSOE ha perdido el Gobierno en Galicia y el tripartito catalán se tambalea sin acuerdo de financiación. Necesita al PP para gobernar en el País Vasco. La gran esperanza blanca de su Ejecutivo, la hiperpublicitada ministra de Defensa Carme Chacón, ha protagonizado el primer desencuentro con la Administración de Barack Obama a cuenta de la torpeza con la retirada de Kosovo. Y, entre tanto, medio gabinete se pasea en las quinielas mediáticas de una crisis de Gobierno que no llega.
Ni la vicepresidenta primera del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega se salva, salpicada por el escándalo de su voto valenciano destapado por el semanario Época. Se acercan las elecciones europeas y, como colofón, el PP coquetea con una moción de censura.
De la ‘desaceleración’ a la crisis
Pese a la evidencia de la irrupción de la crisis económica, la financiera internacional y la específicamente española, Zapatero se empeñó en negarla, tal y como aún reflejan los desfasados Presupuestos Generales del Estado para este año. Al presidente y al PSOE no les acompañaba el calendario. Se acercaban las elecciones. En campaña Zapatero llegaba a prometer pleno empleo en su cara a cara con Rajoy, donde el presidente y entonces candidato, mirando a cámara, se dirigía a los españoles pidiéndoles su voto asegurando que: “Estoy convencido que el crecimiento económico nos debe llevar al pleno empleo”. En aquel debate, en el que Rajoy le acusaba de estar “fuera de la realidad”, Zapatero acusaba al popular de “sembrar miedo”. Y, por supuesto, la crisis no existía; tan sólo atravesábamos un momento de “desaceleración”. Hoy Zapatero ya no puede negar la crisis.
Lea este reportaje íntegro en la revista Época.
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