viernes, 27 de marzo de 2009

LA ESPAÑA REAL, NO LA DE ZAPATERO

La España real, no la de Zapatero

larioja.com,

Domingo 22 de marzo de 2009, por DENAES
Si les parece, podemos continuar metiendo la cabeza debajo del ala, imaginarnos que vivimos en una tierra paradisíaca, en la que nunca pasa nada, y que andamos sobrados de trabajo, de dinero y de prosperidad económica y que, para más regodeo, nuestra Justicia es la mejor del Mundo; porque “quien no se conforma es porque no quiere” y es evidente que “de ilusión también se vive”.


MIGUEL MASSANET BOSCH

massbosch@telefonica.net | BARCELONA

Si les parece, podemos continuar metiendo la cabeza debajo del ala, imaginarnos que vivimos en una tierra paradisíaca, en la que nunca pasa nada, y que andamos sobrados de trabajo, de dinero y de prosperidad económica y que, para más regodeo, nuestra Justicia es la mejor del Mundo; porque “quien no se conforma es porque no quiere” y es evidente que “de ilusión también se vive”. Lo malo de seguir semejante método es que llega un momento en el que deberemos despertar a la realidad y ésta no nos permite mantener, en tiempo de vigilia, las fantasías del ensueño; aquellas utopías que han sido, únicamente, fruto de elucubraciones oníricas de nuestra mente. Por esto nos admiramos de que todavía queden ciudadanos en este país, que sigan pensando que estamos en una España quijotesca en la que, los problemas que estamos padeciendo, se van a resolver en cuanto el señor Obama decida echarnos una mano o que, nuestra economía, por ser la “más fuerte” de Europa va a salir incólume de la recesión que está padeciendo el Mundo; todo debido a que, el “infalible” señor Zapatero, se ha empeñado en que nos mantengamos optimistas y nos olvidemos de nuestras preocupaciones provocadas, sin duda, por las malas artes y negros augurios que los de la derecha, los “antipatriotas” facinerosos, se atrevieron a auspiciar, hace ya más de un año y medio.

Por ello, para enterarnos de nuestra situación real, para poder conocer cuales son nuestras carencias y los peligros que nos están acechando; no podemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros gobernantes y debemos procurar sacar información de los organismos extranjeros que, como por ejemplo, la agencia de calificación Standard & Poor’s que acaba de dar a conocer un estudio en el que, tanto Irlanda como España, aparecen como las mejor situadas para entrar en “deflación”, una situación que puede acabar con cualquier ilusión de superar, al menos durante bastante tiempo, la delicada situación económica por la que estamos atravesando. Argumentan que la gravedad de la actual recesión en la zona euro hace mucho más difícil la labor del BCE, debido a que los países miembros no están igualmente equipados para resistir las presiones deflacionistas. Es cierto que existen algunas potencias europeas mejor pertrechadas que parecen “inmunes” a la espiral deflacionaria (Alemania, Francia e Italia) no obstante, tanto Irlanda como España, corren el peligro de que la recesión les afecte un periodo mayor de tiempo.

Pero existen otros datos, tanto o más preocupantes, que los informes de S&P; esta vez, proporcionados por el propio Instituto Nacional de Estadística, por los que nos hemos podido enterar de que la facturación de las industrias, en España, cayó, en enero pasado, con respecto al mismo mes del año anterior, un 31%, el mayor descenso desde el 2003. Pero, como las desgracias nunca vienen solas, las entradas de pedidos en el mismo mes de enero, sufrieron una regresión del 29’7%. Lo que es incuestionable es que, por mucho que el Gobierno nos hable de futuras reacciones, de los efectos de las inyecciones de dinero para salvar la banca y las entidades financieras y de la creación de nuevos puestos de trabajo como efecto de los 8,000 millones que les entregó a los Ayuntamiento para obras públicas; mientras la industria y los comercios privados sigan su caída imparable; mientras no tengan medios para financiarse mediante créditos bancarios a intereses reducidos y en tanto no puedan regular sus plantillas para acoplarlas, fácilmente y sin costes prohibitivos, a las necesidades de su producción (lo que supone actuar sobre el mercado laboral cambiando de mentalidad ante esta utopía sindical que convierte al que ocupa un puesto de trabajo, en el dueño perpetuo del mismo, sin que el empresario pueda, cuando lo precise, amortizarlo para garantizar la viabilidad de su empresa), es inútil que se gasten los ahorros públicos en planes que se han demostrado insuficientes, si no descabellados, y que ya vamos por el octavo, el famoso plan E del señor Zapatero que, de seguir por el camino de los otros, habremos agotado el alfabeto antes de que salgamos del fregado en el que nos encontramos.

Entre tanto, para bochorno de algunos y estupefacción de la mayoría de los ciudadanos, no pasa día sin que salgan a la luz casos de corrupción, tanto surgidos de las filas del partido del Gobierno como de las de la oposición y no pasa semana sin que, el ministerio del Interior, no nos sorprenda con algún informe sobre errores garrafales como, por ejemplo, aquel que hemos conocido en que se denuncia el hecho de que, de una Comisaría de Sevilla, desparecieron cien kilos de cocaína sin que, hasta la fecha, se haya dado una explicación satisfactoria sobre las causas de tal hecho ni se conozca el culpable de tal fechorí, o, el caso similar detectado en otra dependencia policial, esta vez de Valencia, de donde desaparecieran otros veinte kilos de droga y, todo ello, sin dejar de mencionar el serial del asesinato de esta pobre muchacha, Marta Castillo, en cuya investigación se están cometiendo tantas torpezas que parece inimaginable que una policía, como la española, pueda ser despistada, toreada y embromada por tres chicos, criminales al parecer, pero que no son más que una pandilla de jóvenes.

Pero, donde ya se está rizando el rizo del más absoluto y demencial absurdo, es en el tema de la financiación de algunas comunidades, que parece que para el Gobierno de ZP estén bendecidas con agua bendita que les concede el don especial de salir siempre beneficiadas con la parte gorda de las ayudas estatales. Porque, si a Andalucía, por algo que no acabamos de entender, a lo que llaman Memoria Histórica ( por lo visto unos la tienen y otros no que son los que se han de fastidiar) les endilgan 1.200 millones de euros y, a otros, los catalanes, les ofrecen lo mismo como anticipo de la financiación acordada en un Estatut que, ¡no lo olviden, señores, todavía está pendiente de que el TC nos diga si es constitucional o no! o sea, otros 1200 millones, pero que ni se dignan mirarlos porque estiman que, a ellos, les toca la parte del león, que pude ser el doble o más, estemos o no en crisis, hayan otras cosas que tengan más prioridad o no; porque da lo mismo ¡ellos dicen que necesitan más dinero y les importa un bledo que éste se precise para otras autonomías más pobres o sea preciso para pagar a los desempleados! ¿Solidaridad entre comunidades?, pero, ¿de qué me está usted hablando, desgraciado?

En fin, que peor no se nos puede presentar. Luego se quejarán que la gente, los ciudadanos de a pie, ahorren. Hacen bien, porque ante una situación como la actual, cualquier precaución es poca y hay que estar preparados para afrontar tiempos peores. Los gastos del ocio, las fruslerías y los despilfarros serán para cuando España se recupere, entre tanto, a ser previsores como las hormigas, que los años de las cigarras ya han pasado a la historia.

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