viernes, 27 de marzo de 2009

SOFOCOS TRAS LA TERAPIA HORMONAL

EE.UU.- El 50% de las mujeres experimenta de nuevo sofocos y sudores nocturnos tras finalizar la terapia hormonal

La mitad de las mujeres que comenzaron la terapia hormonal para la menopausia debido a síntomas tales como los sofocos o los sudores nocturnos experimentan estos síntomas de nuevo cuando dejan de tomar la terapia, según un estudio de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) que se publica esta semana en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

Los científicos explican que las guías médicas y la práctica clínica han cambiado en esta área desde que se publicaron los resultados de un estudio sobre el uso de estrógenos y progestina en el que se mostraba que los riesgos de este tratamiento superaban a los posibles beneficios.

Según los científicos, las mujeres a menudo señalan que tanto los sofocos como los sudores nocturnos desaparecen y se encuentran mejor como razones para empezar o continuar con la terapia. Las recomendaciones actuales en estos tratamientos se centran en utilizar las dosis más bajas durante el menor tiempo posible, aunque existe poca información sobre los efectos que se producen tras finalizar el tratamiento.

Los científicos dirigieron un estudio para determinar los síntomas de los pacientes de la investigación sobre el uso de progesterona y estrógenos una vez finalizada la terapia hormonal. El estudio incluyó a 8.405 mujeres, en 40 centros clínicos, que aún tomaban las píldoras del ensayo clínico (estrógenos equinos conjugados y medroxiprogesterona o placebo) cuando se detuvo la intervención con estrógeno y progestina.

Según los investigadores, los cuestionarios se enviaron entre los 8 y 12 meses posteriores a la fecha en que paró el tratamiento. La media de edad de las participantes que respondieron al final del ensayo fue de 69,1 años, participantes que estuvieron tomando las píldoras del estudio una media de 5,7 años.

Los investigadores descubrieron que los síntomas vasomotores (los sofocos y los sudores nocturnos) después de dejar la terapia fueron cerca de 6 veces más probables, y el dolor o los síntomas de rigidez más de dos veces más probables, en el grupo de mujeres que habían dejado de tomar la terapia hormonal que en el grupo placebo.

Según los autores, el uso a corto plazo de la terapia hormonal podría sólo aliviar los síntomas de forma temporal en muchas mujeres, incluyendo las de mayor edad, que podrían experimentar un regreso a los síntomas menopáusicos después de detener la terapia.

EUROPA PRESS

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